Aunque ya hemos tratado el tema de las urgencias pediátricas aquí, hoy queremos abordarlo desde otro punto de vista y exponer algunos de los motivos para ir con los niños a urgencias en primavera, momento en que hay proliferación de catarros, gripes y comienzan las alergias.
Recordamos los 8 casos en los que sí debemos acudir a urgencias.
- Menores de 3 meses febriles , siempre
- Fiebre con exantemas o petequias
- Fiebre de más de 72 horas de evolución
- Niño irritable poco consolable
- Fiebre y niño con gran decaimiento
- Mal aspecto general, mala coloración de piel y mucosas
- Fiebre y dificultad respiratoria
- Fiebre y claros síntomas urinarios
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A mayores de esos casos, cuando llega la primavera debemos estar especialmente atentos a:
1. Varicela
Algunas enfermedades exantemáticas o eruptivas, como la varicela, también suelen incrementarse en estos meses, por lo que es conveniente conocer sus síntomas y sobre todo las medidas preventivas para evitarlas o para disminuir sus efectos en la salud.
Los síntomas principales son presencia de fiebre y lesiones de inicio características en forma de vesículas rodeadas por un halo rojizo. Estas lesiones producen una importante picazón, que muchas veces es la causa de las complicaciones de la varicela.
Las medidas generales para su prevención son aplicar la vacuna correspondiente, evitar el contacto con personas enfermas y llevar una vida sana para que el sistema inmunológico esté fuerte.
Si desconfías de que el niño padezca varicela, puedes acercarlo a Urgencias para confirmar o descartar el virus.
2. Infecciones de las vías respiratorias
Unas de las más comunes en esta época son la amigdalitis y la faringitis estreptocócica, más frecuente en niños de 5 a 15 años, aunque puede darse en niños más pequeños y en adultos.
La amigdalitis estreptocócica es más común a finales del otoño, en invierno y a comienzos de la primavera. La infección se disemina por contacto de persona a persona con las secreciones nasales o la saliva, a menudo entre miembros de la familia o personas que habitan en la misma casa.
Las personas con amigdalitis estreptocócica se enferman de 2 a 5 días después de haber estado expuestas. La enfermedad generalmente comienza de manera repentina. La fiebre a menudo es más alta al segundo día. Muchas personas también presentan dolor de garganta, dolor de cabeza, dolor de estómago, náuseas o escalofríos. La amigdalitis estreptocócica puede ser muy leve, con sólo unos cuantos síntomas, o puede ser severa.
Aunque el dolor de garganta generalmente se mejora por sí solo, se toman antibióticos para prevenir complicaciones raras pero más serias, como la fiebre reumática. Además, para aliviar el dolor de garganta se recomienda beber líquidos calientes con miel, hacer gárgaras varias veces al día con agua tibia con sal, chupar pastillas para la garganta, usar un vaporizador de aire fresco o un humidificador para humectar y aliviar una garganta seca y dolorosa.
3. Conjuntivitis
Es la inflamación de la conjuntiva, la capa más externa del ojo, que recubre la zona visible del globo ocular y la parte interior de los párpados. Puede ser de varios tipos: infecciosa (causada por bacterias o virus), alérgica (causada por una reacción alérgica), irritativa (causada por un cuerpo extraño en el ojo) o química (causada por una sustancia química).
La más común en esta época es la alérgica. La conjuntivitis que aparece en primavera causa más picor y escozor que secreción. Para mejorar las molestias se pueden administrar analgésicos o poner compresas frías o tibias. También deben limpiarse las secreciones y costras y despegarse los párpados con agua hervida tibia, suero fisiológico estéril o un líquido adecuado de la farmacia.
4. Infecciones gastrointestinales bacterianas
Durante esta época del año estas infecciones se hacen más recurrentes debido al aumento de la humedad y temperatura, que genera un ambiente propicio para la propagación de bacterias.
Una de las enfermedades más comunes de este tipo es la salmonelosis, provocada por la bacteria Salmonella. También, aunque en menor medida, hay mayores probabilidades de contraer cólera debido a la contaminación del agua y los alimentos.
Además, debemos prestar atención a posibles insolaciones y deshidrataciones, ya que no solemos prestar demasiada atención al sol porque las temperaturas aún no son demasiado altas, pero es muy importante proteger a los más pequeños con gorra y darles mucho líquido.