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Cómo evitar las molestias de las varices en verano

Las varices son un problema que se vuelve más molesto en verano. Y no solamente porque nos vestimos de corto y son más visibles, sino porque el aumento de las temperaturas provoca más pesadez y dolor en las piernas. Las varices son la manifestación más visible de la enfermedad venosa crónica, que padecen entre un 50 y un 70% de los españoles, y que se da en mayor medida en las mujeres, sobre todo a partir de los 35-40 años. 

“Pueden ser asintomáticas y en esos casos los pacientes refieren una queja solamente estética. Sin embargo, muchas personas notan síntomas muy molestos. Los más frecuentes son: el edema, la pesadez, fatiga o los calambres que suelen acentuarse a última hora del día. En estados más avanzados pueden aparecer la dermatitis pigmentaria y, en último estadio, las úlceras”, explica José Ignacio Iglesias Negreira, especialista del Hospital Ribera Juan Cardona. 

Hay ciertos factores de riesgo como una predisposición genética por antecedentes familiares, el género femenino, la multiparidad, el uso de anticonceptivos orales, la obesidad y pasar de pie muchas horas al día. Durante el embarazo, es muy habitual que las mujeres experimenten la aparición de varices. “El útero grávido comprime el sistema venoso profundo dificultando el retorno venoso por eso suelen aparecer las varices durante la gestación o tras el parto. Y cuantos más embarazos, mayor es el riesgo de la aparición de las varices”, explica el doctor. 

Conviene visitar al especialista en cirugía vascular que evaluará la situación del sistema venoso, y valorará las opciones para eliminarlas en caso de que ése sea el deseo del paciente, e indicará las medidas que se pueden adoptar para que no progresen. 

Aunque un alto porcentaje de las varices solo reportan molestias estéticas, hay casos en los que se pueden dar complicaciones: desde las lesiones en la piel (dermatitis, úlceras de evolución tórpida) y las trombóticas, ya sean la tromboflebitis superficial (varicotrombosis), hasta las trombosis venosas profundas con el riesgo de tromboembolismo pulmonar. 

Antes de plantear un tratamiento hay que realizar un correcto diagnóstico clínico mediante la historia clínica, la exploración física y las exploraciones complementarias. “En este último apartado es fundamental realizar un correcto estudio en bipedestación del paciente mediante el eco-doppler (ecografía en modo B, doppler y color)”, apunta el doctor Iglesias Negreira.


Opciones de tratamiento

Hay diversos medicamentos en el mercado conocidos como venotónicos que ayudan a mejorar los síntomas, sobre todo, en la época estival, pero no curan la enfermedad. En función de la situación de cada paciente se plantearán las opciones de tratamiento que pueden ser no quirúrgicas y quirúrgicas. 

“Entre las opciones no quirúrgicas están la utilización de compresión extrínseca con medias o vendajes correctamente adaptados al paciente y que mejoran el edema y la cicatrización de las úlceras. El láser es fundamental en el tratamiento de las telangiectasias (las varices de tipo araña) que provoca una quemadura de la piel y de dichos vasos. El inconveniente de estos tratamientos es el alto grado de reaparición de las varices”, explica el especialista vascular. 

En el hospital Ribera Juan Cardona se inclinan por la radiofrecuencia, en lugar del láser, ya que presenta menor número de quemaduras y permite anular los ejes safenos causantes de la insuficiencia venosa. Es una técnica menos agresiva que se realiza mediante cateterismos selectivos de dichos ejes. 

El tratamiento quirúrgico se basa en la extirpación de los ejes venosos mediante safenectomias interna o externa, la técnica CHIVA que consiste en la eliminación del punto de fuga causante de las mismas y varicectomias asociadas. Es una técnica conservadora mínimamente invasiva. 

“Es difícil evitar su aparición, pero una correcta compresión con medias e hidratación cutánea en pacientes que trabajan muchas horas de pie suele ayudar”, explica el doctor. Además, mantener un estilo de vida saludable, adquirir buenos hábitos posturales y una correcta y equilibrada alimentación, baja en sal y rica en fibra, retrasarán su aparición y mejorarán la situación. 

“La radiofrecuencia presenta menor número de quemaduras y es una técnica menos agresiva para el tratamiento de varices”.

 

Recomendaciones para prevenir y ayudar a tratar las varices

  • Ejercicio regular: actividades como caminar, nadar y andar en bicicleta mejoran la circulación y fortalecen las venas.
  • Mantener un peso saludable: reducir el exceso de peso disminuye la presión sobre las venas.
  • Elevar las piernas: ayuda a la circulación.
  • Evitar ropa ajustada: puede restringir el flujo sanguíneo.
  • Movilidad: evitar permanecer de pie o sentado por largos periodos. Es importante moverse y cambiar de posición regularmente.
  • Masajes y duchas de agua fría: ayudan a mejorar la circulación sanguínea.

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