Publicado por Hospital Juan Cardona el 7 de diciembre de 2016 13:03:00 CET
Hemos tenido un otoño especilamente cálido, pero el frío ha llegado y viene para quedarse. Las temperaturas bajan y necesitamos consejos para proteger a los niños de las enfermedades del invierno, porque son -junto con nuestros mayores- los más vulnerables.
No podemos evitar el contagio de enfermedades, sobre todo si están en contacto con otros niños -lo que será el caso más común-, porque es algo que no está en nuestras manos, pero sí podemos intentar disminuir las posibilidades de que enfermen.
¿Por qué los niños enferman más en invierno?
El sistema inmunológico de los más pequeños no está maduro como el de los adultos y poseen menor capacidad defensiva frente a las agresiones externas como el viento, el frío y la lluvia.
Relaciona al frío con la mayoría de enfermedades respiratorias. Aunque no es el principal culpable de las enfermedades invernales, si infuyen en porqué enferman más los niños: el frío hace que los pequeños pelos que tenemos en la nariz pierdan movilidad y esto impide que controlen correctamente el paso de microorganismos. Además, no pueden calentar el aire que llega a los pulmones para que tenga la temperatura má adecuada.
También se ha hallado que ciertos virus, como por ejemplo el de la gripe, se protegen a su vez del frío recubriéndose con una capa resistente que hace que no muera mientras circula por el aire.
¿Cuáles son las enfermedades más comunes en los niños?
- GRIPE
Es una infección vírica que afecta a las vías respiratorias y se contagia fácilmente. Es una de las enfermedades más frecuentes y pueden padecerla varias veces durante el año.
Los síntomas son fiebre alta (más de 38,5 grados), dolor de cabeza, tos y mocos (al principio tos seca y congestión que luego evoluciona en tos productiva), en algunos casos pitidos al respirar (sibilancias), malestar general, dolor muscular y a veces también dolor abdominal acompañado o no de vómitos. Es frecuente en los niños que haya pérdida de apetito e irritabilidad.
Requiere de muchos cuidados ya que puede complicarse y convertirse en una enfermedad más grave como la neumonía. Se la suele confundir con el resfriado, pero éste no presenta fiebre o es muy baja. - FARINGITIS
Es la inflamación de la faringe ocasionada por la infección de un virus o una bacterias. Puede iniciarse después de un proceso infeccioso como la gripe, resfriado o amigdalitis en cuyo caso recibe el nombre de faringoamigdalitis.
Síntomas: rápida irritación de garganta acompañada de dolor muy agudo y fiebre. - AMIGDALITIS
Es la inflamación de las amígdalas producida por un virus o una bacteria.
Síntomas: enrojecimiento y aumento de las amígdalas, en ocasiones acompañado de manchas blancas y dolor en los ganglios submaxilares. Hay dificultad para comer, fiebre, ardor o dolor de cabeza, de garganta, y en ocasiones pérdida de la voz. - BRONQUITIS
Ocasionada por la infección de virus o bacterias que provocan la inflamación aguda de los bronquios, que son los conductos que conectan a la tráquea con los pulmones.
Síntomas: al inflamarse los bronquios la respiración se dificulta y las membranas que cubren las vías respiratorias producen grandes cantidades de moco espeso que provocan accesos de tos, dolor de pecho y congestionamiento.
La bronquitis se puede desarrollar a causa de una gripe mal cuidada, por eso, para evitar complicaciones es muy importante que el niño sea atendido adecuadamente en caso de presentar un cuadro gripal. - NEUMONÍA
Se caracteriza por la inflamación de un segmento de los pulmones, generalmente de origen infeccioso. La mayoría de los casos son producidos por la infección de un virus, aunque en niños menores de 6 meses y niños mayores puede ser una bacteria, una de las más frecuentes, el neumococo.
La principal complicación de la neumonía es la dificultad respiratoria, por lo que siempre, ante el menor síntoma, hay que consultar al pediatra. - OTITIS
Inflamación de los oídos.
Síntomas: dolores muy fuertes e inaguantables que pueden ser constantes o intermitentes, sordos, agudos y/o punzantes. Es habitual que antes de un cuadro de otitis, especialmente otitis media, haya un antecedente de catarro o faringitis. - BROQUIOLITIS
Es una enfermedad provocada por la infección de los bronquiolos (las úlimas ramificacioes de los bronquios) causada por el virus respiratorio sincitial (VRS o SRV) que afecta a menores de 2 años, en especial a los menores de 6 meses. Al infectarse, se inflaman y obstruyen impidiendo el paso del aire.
Síntomas: comienza como un catarro de vías altas, con o sin fiebre pero a los pocos días se nota un empeoramiento a nivel respiratorio. Hay tos, dificultad al respirar, pitos y sibilancias, aumento de la frecuencia respiratoria, y si hay fiebre es un moderada. Ante el menor síntoma hay que acudir al pediatra para que confirme el diagnóstico. En casos leves se puede controlar en casa, mientras que los más graves requieren hospitalización.
12 Consejos para proteger a los niños de las enfermedades del invierno
- Ventilar a diario las habitaciones, al menos diez minutos al día
- Utilice preferentemente estufas eléctricaso a gas.
- Evitar los ambientes con humo de cigarrillo
- Evitar los cambios bruscos de temperatura
- Mantener la casa templada y con buen nivl de humedad.
- Evitar sitios cerrados demasiado concurridos
- Abrigar lo justo: evitar el exceso de abrigo en ambientes calefaccionados o la falta de abrigo en la intemperie. Cubrir boca y nariz al salir a la calle o a espacios libres.
- Dentro de lo posible, mantener al niño alejado de personas enfermas
- Hacer que el niño se lave las manos con frecuencia, especialmente antes de comer, al entrar a casa y si ha estado en contacto con otros niños
- Evitar que comparta utensilios con otros niños como vasos, platos, cubiertos, toallas y por supuesto chupetes.
- Incluir en la dieta infantil frutas y verduras, especialmente alimentos ricos en vitamina A y C.
- Otra medida preventiva es la vacuna contra la gripe. No hay necesidad de vacunar al niño sano, aunque puede vacunarse frente a la gripe estacional si sus padres lo solicitan o su pediatra lo considera oportuno.
Por supuesto, en caso de cualquier duda debemos consultar con el pediatra