Noticia publicada en Diario de Ferrol
El trastorno bipolar constituye una causa importante de discapacidad y afecta al rendimiento laboral, así como a las relaciones familiares y sociales, por lo que un diagnóstico y tratamiento precoces son esenciales para que las personas afectadas puedan llevar una vida normalizada.
El psiquiatra del Hospital Ribera Juan Cardona, Omar Muquebil, advierte de que es “imprescindible consultar con un profesional de la salud mental pues no es sencillo identificar este trastorno, y sin un tratamiento farmacológico y multidisciplinar en el ámbito de la salud mental es muy difícil recuperar calidad de vida.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el trastorno bipolar afecta a entre el 1 y el 1,5% de la población por lo que en España habría entre 500.000 y 700.000 personas afectadas.
El Hospital Ribera Juan Cardona cuenta con una Unidad de Salud Mental multidisciplinar formada por profesionales de Psiquiatría, Psicología y Nutrición, que colaboran en los diagnósticos y tratamientos individualizados de los pacientes.
¿En qué consiste el trastorno bipolar y qué lo causa?
El trastorno afectivo bipolar es una enfermedad crónica cuya causa no es aún bien conocida, aunque se sabe que intervienen factores genéticos (hay más posibilidades de padecerla si algún familiar de primer grado presenta el trastorno), psicológicos y socioambientales. Es una patología de difícil detección, de hecho, los afectados tardan una media de cinco años en ser diagnosticados.
¿Cuáles son los síntomas que nos pueden llevar a sospechar que se padece?
En líneas generales, se suceden en el tiempo episodios de depresión (ánimo bajo, desinterés por las actividades y/o incapacidad para disfrutarlas, trastornos del sueño y del apetito, ideas de muerte…) con fases conocidas como de ‘manía’ o ‘hipomanía’, que cursan con síntomas como excesivo optimismo o irritabilidad, aumento de la energía, ideas o planes poco realistas, disminución de las horas de sueño, gastos excesivos… entre otros.
Las fases de depresión se reconocen con mayor facilidad tanto por el paciente como por su entorno, pero no sucede así con las fases de elevación anímica o irritabilidad, en las que es más habitual que sean la familia, amistades o el entorno laboral quienes den la voz de alarma.
¿Cómo se puede afrontar un tratamiento?
Para mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por el trastorno bipolar es necesario establecer una relación de confianza con el psiquiatra y trabajar con el paciente y los familiares para consensuar el abordaje más adecuado.
El tratamiento podrá incluir sesiones psicológicas, crear una conciencia de enfermedad y realizar un entrenamiento en la detección precoz de síntomas que indiquen una posible recaída o descompensación del trastorno. Será muy importante establecer unas rutinas saludables, asegurar la toma del tratamiento, evitar el consumo de tóxicos y mantener una adecuada higiene del sueño y una adecuada alimentación.
¿Qué dificulta el diagnóstico de este trastorno?
Tras la pandemia de Covid-19, ha aumentado el número de consultas por este y otros problemas de salud mental, aunque hay aún muchas personas reticentes a consultar con un psiquiatra por la falsa percepción de ser tomado por “loco” o la creencia irracional de que basta con la fuerza de voluntad para mejorar los síntomas, lo cual no resulta posible sin un tratamiento farmacológico y multidisciplinar en el ámbito de la salud mental.
Como psiquiatra, recomiendo buscar ayuda para emplear todos los medios adecuados ante la sospecha de la existencia de este o cualquier otro problema de salud mental, consultando lo antes posible a un especialista experto en la materia.