Me duele la espalda, ¿debo acudir al traumatólogo o al reumatólogo? Esta es una duda que nos surge a todos en algún momento, pues no sabemos muy bien a qué se dedica cada uno de estos especialistas. Hoy hablaremos de aquellas enfermedades que trata la reumatología y que en muchas ocasiones asociamos al traumatólgo.
El reumatólogo es el especialista que se encarga del estudio de las enfermedades medicas que afectan las articulaciones y/o los tejidos que la rodean, ocasionando dolor , rigidez y limitación del movimiento.
Al reumatólogo, antes que a ningún otro médico, deben acudir todas aquellas personas, cualquiera que sea su edad, que sufran dolor del aparato locomotor de origen no traumático, es decir, que no derive de un golpe. La especialidad de reumatología es la rama de la medicina interna que se encarga del estudio de la patología médica del aparato locomotor (huesos, músculos, articulaciones, tendones, etc).
Las articulaciones son los lugares donde se unen los huesos, tales como el codo o la rodilla. Si la articulación está inflamada hablamos de artritis y si son los tejidos que rodean la articulación va a depender del tejido.
Existen más de un centenar de enfermedades reumáticas, entre las más frecuentes figuran: la artrosis, a osteoporosis, la fibromialgia, el síndrome de fatiga crónica, las lumbalgias, la espondilitis anquilosante, la artritis reumatoide o psoriásica, la polimialgia reumática, la gota, la condrocalcinosis, etc.
Algunas de las mas conocidas son :
La Gota: La cual se asocia al consumo de carnes rojas o alimentos con gran cantidad de proteínas y que se produce por la elevación del ácido úrico en la sangre y su posterior deposito en las articulaciones. Es más frecuente en hombres de 40 años en adelante o en mujeres cuando han llegado a la menopausia.
La Fiebre Reumática: Se presenta en personas usualmente menores de 20 años. Se asocia a la infección en la garganta por estreptococo beta hemolítico y produce elevación de los títulos de un anticuerpo contra la estreptolisina O y es más conocido como el ASLO. Gracias a antibióticos eficaces, hoy ya es muy poco frecuente.
La Artritis Reumatoide: Es una enfermedad inflamatoria que comienza, en general, a temprana edad (20 a los 40 años). No se conoce su causa pero puede ocasionar incapacidad y gran limitación si no se diagnostica o trata a tiempo.
La Artrosis: Que se asocia con el desgaste de las articulaciones por el paso de el tiempo por lo que es muy frecuente en personas de edad (mayores de 50 años)
El Lupus Eritematoso Sistémico: Ocasiona una mancha en la cara en forma de mariposa, produce artritis y también puede comprometer los riñones o la sangre ocasionando nefritis o una anemia autodestructiva (anemia hemolítica).
El reumatólogo, por su formación y experiencia, es el médico más adecuado para enfrentarse con el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del aparato locomotor. Quizá alguien esté pensando, ¡anda, pues yo creía que el médico de los huesos y las articulaciones era el traumatólogo!
El traumatólogo trata las fracturas, los esguinces y otras lesiones traumáticas. Su formación y entrenamiento está especialmente orientado hacia el tratamiento quirúrgico, afortunadamente innecesario para la mayoría de las enfermedades del aparato locomotor. El reumatólogo, en cambio, es el médico especialmente entrenado en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades reumáticas.
Para diagnosticar y tratar un dolor de cabeza nadie consultaría en primer lugar con un cirujano del sistema nervioso, es decir el neurocirujano, sino que buscaría la ayuda de un especialista médico en enfermedades del sistema nervioso, el neurólogo.
De la misma forma, ante la sospecha de una dolencia o enfermedad reumática o del aparato locomotor debemos acudir en primer lugar al reumatólogo. El médico de cabecera, al igual que ocurre con procesos de otros aparatos y sistemas, puede diagnosticar y tratar con eficacia muchos de los problemas más comunes relacionados con el aparato locomotor. La mayoría de las veces será el mismo médico de cabecera quien nos recomiende acudir al reumatólogo cuando la situación así lo requiera.