En uno de los post más recientes, hablamos de la gripe y de sus posibles complicaciones. Desde el Servicio de Neumología en el Hospital Juan Cardona hoy queremos tratar un poco más en profundidad una de sus manifestaciones más comunes, y la que provoca más ingresos médicos.
La neumonía es la inflamación del tejido pulmonar ocasionada por un agente infeccioso. El pulmón está constituido por dos partes principales: los bronquios (tubos por los que pasa el aire) y los alvéolos (pequeños sacos de aire, en los que se realiza el intercambio de oxígeno «limpio-sucio»). En la neumonía se afecta el alvéolo; se inflama y se rellena de líquido y material infeccioso, lo que provoca que la respiracción sea dolorosa.
Factores de riesgo:
- Tabaquismo.
- Enfermedades crónicas: diabetes mellitus, hepatopatías, cardiopatías, enfermedad renal, cáncer, enfermedad pulmonar crónica, SIDA.
- Malnutrición.
- Exceso de peso.
- Demencia.
- Edad (los niños y las personas de más de 50 años son los más susceptibles de contraer neumonía).
- Esplenectomía (pacientes a los que se les ha extirpado el bazo) y, en general, pacientes con bajo nivel de inmunidad.
- Alcoholismo.
- Tratamientos inmunosupresores o con corticoides de manera crónica.
- Residentes en centros de enfermos crónicos o de tercera edad.
- Exposición a drogas por vía parenteral.
Causas:
En los adultos, las causas de neumonía más frecuentes son las bacterias. Virus como el de la gripe y el de la varicela pueden causar también neumonía. Además, algunos hongos pueden provocar neumonía en determinados pacientes.
Dentro de la causa más común, la bacteria neumococo produce dos tipos distintos de neumonía: la bacteriémica (paso del germen a la sangre) y la no bacteriémica. La primera tiene una mortalidad mayor.
Síntomas:
- Tos.
- Fiebre
- Expectoración (tos productiva).
- Dolor torácico (aumenta con los movimientos de la respiración).
En casos de mayor gravedad pueden aparecer:
- Dificultad respiratoria.
- Afectación del estado general: sudoración, aumento de la frecuencias cardiaca y respiratoria.
Tratamiento:
El tratamiento de la neumonía se realiza con antibióticos. Los antibióticos son sustancias químicas producidas por bacterias y hongos que tienen la capacidad de inhibir el desarrollo o destruir a otros microorganismos.
Otras medidas generales para curar la neumonía, aparte del tratamiento antibiótico:
- Hidratación.
- Reposo.
- Analgésicos y antitérmicos.
- Oxigenoterapia según los niveles de oxígeno arterial que presente el paciente.
- En pacientes con neumonía grave puede precisarse ventilación mecánica.
Prevención de la neumonía:
- Medidas de higiene básicas, como lavarse las manos y usar mascarillas para evitar la contaminación o la dispersión de los gérmenes.
- Dejar de fumar: el consumo de tabaco está asociado a un incremento de la Neumonía Adquirida por neumococo.
- Debe realizarse según las recomendaciones y pautas anuales notificadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Está indicada en mayores de 60 años, en enfermos crónicos o inmunodeprimidos (a partir de los 6 meses de edad), y en todos aquellos que al ejercer su actividad profesional (personal sanitario, fuerzas de seguridad, profesores, cuidadores de residencias de ancianos, etc.) entren en contacto con personas de alto riesgo a las que les podrían transmitir la gripe.
- Vacunación contra el neumococo: eficaz para la prevención de complicaciones como la enfermedad invasiva por neumococo, y el empeoramiento pronóstico en neumonías hospitalarias. Está indicada la vacunación en mayores de 60-65 años, y en personas entre los 2 y 65 años con enfermedades crónicas e inmunodeprimidas, y en aquellos pacientes sin bazo.
En el Hospital Juan Cardona contamos con un Servicio de Neumología que tiene a su disposición las más avanzadas pruebas diagnósticas para el tratamiento de todas las enfermedades relacionadas con los pulmones.