- Con motivo del Día Mundial en recuerdo de las víctimas de accidentes, traumatólogos, médicos rehabilitadores y fisioterapeutas del grupo sanitario advierten de la importancia acudir a Urgencias o a una Unidad de Accidentados de Tráfico después de un siniestro de tráfico, para obtener un diagnóstico rápido y preciso
- La mayoría de los pacientes debe acudir a rehabilitación y fisioterapia para paliar el dolor cervical, cefaleas, vértigos, dolor en la articulación temporomandibular y hasta zumbidos en los oídos y pérdidas de memoria en los casos más graves
El Síndrome del Latigazo Cervical (SLC) es una lesión muy característica de los accidentes de tráfico, incluso de los leves, que se produce “por un mecanismo brusco de hiperextensión e hiperflexión de la columna cervical”, tal y como explica el doctor Juan García Regal, especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica del Hospital Ribera Santa Justa (Extremadura). “A los 6 meses, aproximadamente un 20% de los pacientes que acude al hospital con SLC tras un accidente de tráfico puede presentar dolor y algún grado de discapacidad”, asegura Victoria Sotos, jefa de Rehabilitación del Hospital Universitario de Vinalopó. Afortunadamente, solo el 10% de los casos se cronifican “y condenan al paciente a sufrir dolores de por vida”, tal y como apunta la responsable del servicio de Fisioterapia deRibera Hospital de Molina, también gestionado por el grupo sanitario Ribera, Ana Mª Dasí Espinosa.
El próximo 21 de noviembre se conmemora el Día Mundial en recuerdo de las víctimas de accidentes de tráfico y, en este contexto, los especialistas en Traumatología, Rehabilitación y Fisioterapia del grupo Ribera recuerdan la importancia de acudir al hospital tras un siniestro “para obtener un diagnóstico rápido y preciso”, tal y como apunta el doctor García Regal. Nunca después de las primeras 72 horas, tal y como señala el jefe de Rehabilitación del Hospital Ribera Povisa, Miguel Ángel López. Y es que “aunque lo más normal es que no queden secuelas, o que éstas sean mínimas, la existencia de patologías previas, un mal diagnóstico o una incorrecta o inexistente recuperación pueden suponer una cronificación del dolor y complicaciones posteriores”, tal y como explica Dasí.
Los síntomas de un SLC pueden abarcar desde el dolor cervical con contractura muscular intensa y la cefalea, que puede ir acompañado de náuseas, vómitos y alteraciones transitorias de la visión, hasta zumbidos en los oídos (tinnitus), dolor en la mandíbula al masticar) y, en casos más graves, alteraciones de memoria y concentración, así como trastornos del sueño, tal y como explica la doctora Victoria Sotos, jefa del Servicio de Rehabilitación en Vinalopó. Añade, además, que si la lesión es más grave y hay fractura o se produce una herniación discal aguda, “pueden aparecer síntomas neurológicos como radiculopatía o, incluso, una lesión medular”.
Por eso, los profesionales del grupo sanitario Ribera consultados coinciden en la importancia de acudir al hospital tras un accidente de tráfico y ser constante en la asistencia a las sesiones de rehabilitación y/o fisioterapia recomendadas por los especialistas. Para Adrián Ventero, supervisor de la Unidad de Fisioterapia del Departamento de Salud de Dénia, el papel del fisioterapeuta tras un latigazo cervical “resulta fundamental tanto en la fase aguda como semanas tras el impacto, ya que, aunque se haya descartado una lesión ósea, casi siempre hay afectación del tejido blando (músculos, tendones, ligamentos)”. En estos casos, añade, la Fisioterapia es la especialidad más completa para abordar este tipo de traumatismos. La responsable del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario de Torrejón, la doctora Noelia García, asegura que “el objetivo de la rehabilitación es mejorar los síntomas y la pronta recuperación y evitar secuelas”.
Masoterapia, cinesiterapia, electroterapia analgésica, así como ejercicios de estiramientos y fortalecimiento posterior de musculatura cintura escapular y cervical para recuperar este tipo de lesiones, son algunas de las técnicas empleadas en los hospitales Ribera, siempre adaptándose a la sintomatología del paciente y características como su edad o lesiones previas. También se recurre a técnicas de electroterapia analgésica, calor profundo, ejercicio específico, y en ocasiones técnicas de liberación miofascial y punción seca.
El director médico del hospital Ribera Polusa, Carlos Porrúa, por su parte, destaca la importancia de “recuperar las funciones musculares y para ello no hay mejor tratamiento que el ejercicio activo”. “Con este se logra fortalecer y flexibilizar la musculatura distorsionada, y los ejercicios más recomendados suelen ser de potenciación isométricos y estiramientos”.
Todos los hospitales del grupo sanitario Ribera están preparados para atender a los pacientes que han sufrido un accidente de tráfico, desde la atención en Urgencias hasta los servicios especializados de Traumatología, Rehabilitación y Fisioterapia. Pero en concreto, los hospitales privados de Ribera Santa Justa, Ribera Hospital de Molina, Ribera Povisa y Ribera Polusa cuentan con unidades de accidentados de tráfico, formadas por equipos multidisciplinares, a los que los pacientes pueden acudir sin coste alguno (no hace falta seguro) puesto que son las aseguradoras, a través de la póliza del seguro obligatorio de cada vehículo, las que asumen el coste completo del tratamiento.