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Exámenes finales y Selectividad: Sentarse mal al estudiar provoca dolores de espalda y favorece cifosis y escoliosis

  • El Servicio de Fisioterapia del hospital Ribera Polusa asegura que alrededor de un 27% de los estudiantes sufre dolor de espalda habitual durante el año escolar y requiere atención médica 
  • Recomienda no dejarse caer en la silla, sentarse recto, con la lumbar apoyada en el respaldo y los brazos en la mesa o el reposabrazos, los pies en el suelo sin cruzar las piernas y levantarse cada 50 minutos

Ya estamos a final de curso y los estudiantes intensifican sus horas de estudio para superar con éxito los exámenes finales y, en el caso de los que han cursado 2º de Bachiller, sacar la máxima nota posible en la Selectividad o EBAU. Es por eso que, desde el Servicio de Fisioterapia del hospital Ribera Polusa se advierte sobre las consecuencias de una mala higiene postural en las horas de estudio. “Estar mal sentado provoca dolores de espalda que pueden favorecer patologías musculoesqueléticas, como la cifosis o la escoliosis e influir en su calidad de vida cuando sean adultos, con mayor incidencia de artrosis y deformidades degenerativas”, asegura Andrea Rodríguez, coordinadora del Servicio de Fisioterapia de este hospital.

Según explica, la higiene postural “está presente en todas las actividades que realizamos a lo largo del día, y los hábitos posturales que vamos adoptando determinan en gran medida la aparición de algún tipo de dolor o seamos más propensos a tener lesiones”. Y el problema, añade, es que “generalmente los estudiantes no son conscientes de los riesgos que supone una mala alineación corporal, una mala postura mientras están estudiando o delante de un ordenador, o una mochila demasiado cargada”. Todo ello a pesar de que alrededor de un 27% de los estudiantes sufre dolor de espalda de manera habitual durante el año escolar y requiere atención médica.

Andrea Rodríguez apunta algunos de los vicios más frecuentes entre los estudiantes, con consecuencias que se agravan en época de exámenes. “Muchos escolares acostumbran a dejarse caer sobre el asiento, sentándose con la pelvis en el borde de la silla y los hombros apoyados en el respaldo”, asegura, al tiempo que alerta de que esta postura no sólo se adopta en clase, sino también delante del ordenador o mientras juegan con la videoconsola o el móvil. Este mal hábito “puede provocar cifosis, una curvatura de la espalda que puede hacerse fija, degenerando en la Enfermedad de Scheuermann”, añade. También son nocivas, explica, las inclinaciones laterales, apoyando un brazo o la cabeza en la mesa cuando están cansados, “ya que puede originar asimetría de hombros y escoliosis secundarias que, en algunos casos derivan en deformidades reales”. A su vez, alerta la coordinadora de Fisioterapia del hospital Ribera Polusa sobre la manía de muchos estudiantes de sentarse “en el borde delantero de la silla, sin apoyar la espalda”. Esta posición “hace que se genere tensión y aparezcan molestias tales como lumbalgias, dorsalgias y cervicalgias”.

También advierte que hay que evitar cruzar las piernas cuando el estudiante está sentado. “Puede que parezca una postura confortable, pero al apoyar el peso sobre una cadera, el cuerpo intenta equilibrar fuerzas y los músculos de la espalda se tensan”, explica la fisioterapeuta, que añade que la compensación que hace la columna “requiere un esfuerzo para la zona lumbar, dorsal y cervical que acaba provocando dolor”. Desaconseja también estudiar tumbado. “Si lo hace con los codos o antebrazos apoyados, en pocos minutos empezará a sentirse cansado y no podrá concentrarse”, asegura.

Por el contrario, recomienda encarecidamente sentarse en una silla “que les permita regular la altura”, y la óptima es, añade, “aquella que permita apoyar los pies en el suelo con las rodillas en ángulo de 90º”. También es recomendable, añade, que la silla tenga reposabrazos y que se sitúen a la altura de la mesa, “para que el antebrazo esté apoyado sobre el reposabrazos y así la musculatura pueda descansar”. Con respecto al ordenador, por la afección que tiene sobre la postura, aconseja situarlo delante y de forma que los ojos queden a la altura de la parte superior de la pantalla, para no forzar el cuello y la espalda.

Andrea Rodríguez explica que es recomendable evitar una posición estática prolongada, “independientemente de que ésta sea estar de pie o sentado” por lo que anima a intercalar periodos de descanso entre las diferentes actividades y no permanecer en la misma postura durante periodos prolongados. “Si estamos sentados, cada 45 o 50 minutos hay que levantarse y andar”, añade. Recomienda además hacer ejercicio diario, dormir 7 u 8 horas para favorecer un correcto descanso y llevar una alimentación saludable. “Todo ello ayuda a mejorar el rendimiento y la concentración, junto con una buena higiene postural”, explica.

El Servicio de Fisioterapia del hospital Ribera Polusa, especialistas en la atención de todo tipo de patologías musculoesqueléticas, recuerda que en la preadolescencia comienza el brote de crecimiento vertebral, que llevará al raquis a obtener la morfología definitiva. “Por ello, son especialmente nocivos los malos hábitos posturales”, aseguran, y animan a padres y profesores a estar pendientes de la postura en la que estudian los adolescentes y jóvenes.

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