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«No se puede frenar el paso del tiempo, pero sí influir en cómo envejecemos»

Noticia publicada en El Progreso

¿Qué es la edad biológica?

La edad biológica es una medida del funcionamiento fisiológico y de la salud de un individuo en relación con su edad cronológica, que es su edad real en años. Esto incluye el estado en el que se encuentran las células, los órganos y la eficiencia de los procesos que nos mantienen vivos.

¿Cuándo surge el concepto de edad biológica?

Es algo que está muy en boga desde hace un par de décadas, en parte debido a que mientras la edad cronológica es la que marca el reloj y la fecha de nacimiento del individuo, la biológica es la que representa su estado funcional interno, determinado por el envejecimiento de las células, de los tejidos y de los órganos. 

¿Qué indicadores se usan para calcularla?

El cálculo de la edad biológica es relativamente fácil, porque utilizamos información que podemos obtener de manera rutinaria en un examen médico: talla, peso, tensión arterial , glucosa y cifras de colesterol.

El cálculo de la edad biológica es relativamente fácil. Se utiliza información que podemos obtener de manera rutinaria en un examen médico

Además de la información que proporciona una analítica, la edad biológica se establece con exactitud por la longitud de los telómeros. ¿Puede explicar cómo se hace en este caso?  

La forma más sencilla es realizar un análisis de sangre, ya que cuando las células envejecen, los extremos de los cromosomas (los telómeros) liberan una serie de proteínas a la sangre que sirven para determinar el grado de envejecimiento de las células de esa persona. Si este mismo análisis se repite unos meses después, se puede saber también a qué velocidad se está envejeciendo.

¿Qué información aportan los telómeros?

Los telómeros  son los extremos de los cromosomas, son partes del ADN muy repetitivas y no codificantes: su función principal es proteger el material genético que porta el resto del cromosoma. A medida que nuestras células se dividen para multiplicarse y para regenerar los tejidos y órganos de nuestro cuerpo, se va reduciendo la longitud de los telómeros y por eso con el paso del tiempo se hacen más cortos. Cuando, finalmente, los telómeros se quedan tan pequeños que ya no pueden proteger el ADN, las células dejan de reproducirse y alcanzan un estado de senectud o vejez. Por eso la longitud de los telómeros se considera un biomarcador de envejecimiento. 

¿Qué peso tienen, en la edad biológica, la genética y la epigenética?

La edad cronológica se mide en años, meses y días… pero no existe un consenso amplio con respecto a cómo conocer con exactitud la edad biológica. Uno de los factores que determinan la edad biológica es la epigenética, es decir, los cambios en la función de los genes. Aunque el ADN de nuestras células no cambia –a no ser que sufra mutaciones–, los genes se pueden ‘encender’ o ‘apagar’ químicamente. Estos cambios, como la metilación del ADN, las modificaciones de las histonas y las móleculas de ARN, determinan la expresión de los genes. Por ejemplo, podemos tener genes que nos predisponen a padecer obesidad, pero si hacemos ejercicio y comemos bien es probable que estos genes no se expresen, es decir, que se queden ‘apagados’. Es importante saber que la genética está relacionada con el envejecimiento biológico en apenas un 25% del total, en tanto que el resto de los factores está al alcance de nuestras decisiones: alimentación, ejercicio, hábitos y emociones saludables. Mantener un estilo de vida saludable puede alargar los telómeros y enlentecer los procesos de degradación.

La genética está relacionada con el envejecimiento biológico en apenas un 25% del total

¿Puede concretar cómo lograr esa ralentización?

Como he dicho, adoptando un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada, rica en nutrientes y antioxidantes, junto con la práctica regular de ejercicio, un buen manejo del estrés y un descanso adecuado, con todo ello podemos reducir la edad biológica y disminuir los efectos del envejecimiento. Evidentemente, no se puede frenar completamente el paso del tiempo, pero podemos influir en cómo envejece nuestro cuerpo.

En el extremo contrario, ¿cuáles son los agentes externos que intervienen de un modo negativo sobre la edad biológica?

Los estados de ansiedad tienen un efecto negativo sobre la edad biológica, igual que las alteraciones en el patrón del sueño, que aumentan el envejecimiento celular. También hay que destacar el consumo de alcohol y tabaco, así como la mala alimentación, un estilo de vida sedentario y la escasa actividad física.