El hospital Ribera Polusa lanza una Unidad de Daño Cerebral adquirido

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1 de marzo del 2021

El hospital Ribera Polusa lanza una Unidad de Daño Cerebral adquirido para recuperar la funcionalidad de los pacientes tras un ictus

El hospital Ribera Polusa lanza una Unidad de Daño Cerebral adquirido para recuperar la funcionalidad de los pacientes tras un ictus
  •  Es la primera que se pone en marcha en la provincia de Lugo y tiene capacidad para acoger a pacientes de toda la comunidad gallega.
  • Esta hospitalización de alta resolución cuenta con un equipo multidisciplinar formado por especialistas en rehabilitación, neurofisioterapia, neuropsicología, neurologopedia y terapia ocupacional.
  • El servicio dispone de atención médica 24 horas para la recuperación de personas que han sufrido un ictus, rehabilitación post-covid o tras una intervención quirúrgica.

El Hospital Ribera Polusa ha creado la Unidad de Daño Cerebral Adquirido y Recuperación Funcional para tratar de forma multidisciplinar, integral e intensiva a pacientes con lesiones neurológicas que hayan sufrido un ictus, con secuelas post-covid o tras una intervención quirúrgica.

La nueva unidad es pionera en la provincia de Lugo y tiene capacidad para acoger a pacientes de toda Galicia. Está dirigida a la recuperación funcional de personas con daño cerebral adquirido y cuenta con un equipo multidisciplinar formado por especialistas en rehabilitación, neurofisioterapia, neuropsicología, neurologopedia y terapia ocupacional.

El equipo está supervisado por Carlos García Porrúa, director médico de Ribera Polusa, que ha destacado que la unidad se ha creado para suplir el grave problema al que se enfrentan los pacientes que acaban de sufrir un daño cerebral y que no cuentan con la autonomía necesaria para regresar a la vida cotidiana. “Una lesión neurológica implica una serie de problemas que van desde el déficit motor, de lenguaje o de atención, hasta dificultades para alimentarse o realizar actividades propias del día a día como vestirse o asearse”, explica.

Tras una primera consulta de valoración gratuita, el equipo de la Unidad de daño cerebral adquirido y recuperación funcional diseña un plan de tratamiento terapéutico individualizado, con unos objetivos a alcanzar a corto y medio plazo y centrados en recuperar la funcionalidad y la autonomía del paciente, que permanece ingresado durante el tiempo que se prolongue la recuperación.

El plan de tratamiento terapéutico individualizado, con atención médica 24 horas, incluye sesiones de trabajo diarias por la mañana y por la tarde con los distintos especialistas para recuperar la movilidad física, las capacidades funcionales, cognitivas, sensoriales y psicosociales que limitan al paciente en el desarrollo de su vida. “El programa siempre se adapta a las condiciones del paciente y su entorno familiar. Calculamos que la mejora puede ser muy notable en uno o dos meses y, tras el alta, el seguimiento pasa a ser ambulatorio en los centros médicos Polusa, con consultas periódicas para reforzar lo recuperado durante la estancia en el hospital”, añade el Dr. García Porrúa.

El daño cerebral puede surgir tras un ictus o infarto cerebral, por el cual una zona del cerebro se queda sin riego sanguíneo, lo que comporta una serie de problemas neurológicos. También afecta a personas que han sufrido un traumatismo craneoencefálico por un accidente de tráfico, doméstico, laboral o deportivo.

Además de las lesiones neurológicas, la Unidad también trabaja en la recuperación funcional de los pacientes después de una intervención quirúrgica o por las secuelas que pueda sufrir tras haber estado afectado gravemente por Covid.

La innovación tecnológica está presente en la Unidad a través de un programa remoto de rehabilitación basado en inteligencias artificial y tecnología táctil que permite al paciente incorporarse a su rutina habitual en condiciones de máxima seguridad clínica.

En España viven 420.000 personas con daño cerebral adquirido, 35.000 de ellas en Galicia. Un reciente informe elaborado por la Federación Española de Daño Cerebral (Fedace) señala que el 78% de los casos tuvieron su origen en un ictus y el 22% restante en traumatismos craneoencefálicos y otras causas. De los afectados, el 65% son mayores de 65 años.