Tik tok, WhatsApp, series… Enganchados al móvil

Casi todos hemos vuelto ya al trabajo, al colegio y la universidad, a la rutina de nuevos hogares, a los horarios, los deberes y las obligaciones, con nuevos protocolos COVID, después de un verano cuanto menos, atípico. Pero hay cosas que lejos de moderarse, el coronavirus ha intensificado. Nos referimos al uso de los móviles y la tecnología en general. Y ahora, toca “desengancharse” del móvil para estudiar, trabajar o realizar las tareas que cada uno tiene en su día a día.

Sin duda, hemos intentado aprovechar el buen tiempo, el aire libre, la playa, la montaña y los parques de los pueblos y ciudades. Pero también es verdad que esta crisis sanitaria nos ha llevado a pasar más tiempo en casa, para evitar salir demasiado, el contacto con mucha gente o un paseo con calor y mascarilla. Y si a eso sumamos unas vacaciones, que invitan a trasnochar, las horas acumuladas frente a una pantalla pueden multiplicarse durante el verano.

Las vídeollamadas se han popularizado, también entre los mayores, la mayoría contestamos correos electrónicos de lunes a domingo y las redes sociales continúan con su avance imparable. Es muy raro ver a adolescentes y jóvenes sin el móvil en la mano o cara a la pantalla. Instagram, Youtube, TikTok y el popularizado WhatsApp llenan cada vez más horas del día de todos los públicos. Por no hablar de las series y películas de las diferentes plataformas…

Pero el día sigue teniendo 24 horas y es importante reducir el uso de los móviles y pantallas. O no rendiremos lo que corresponde. Y lo que es peor. Podemos desarrollar un verdadero problema de adicción. Así lo explica a YoSalud Magdalena Mateo, médico de Ribera Salud en el Departamento de Conductas Adictivas del Departamento de Salud del Vinalopó. “Es verdad que la tecnología facilita mucho el día a día, pero también es un arma de doble filo”, advierte. La doctora Mateo asegura que en las circunstancias actuales “existe un riesgo real de adicción” y para evitarlo es imprescindible “poner límites al uso del teléfono móvil” y hacer un uso racional de las tecnologías.

Abrimos Twitter para repasar la actualidad y estar al día de los temas más polémicos, Facebook para ver las novedades que cuelgan familiares y amigos; luego pasamos a Instagram para ver fotos e historias de influencers y marcas favoritas y seguimos con los vídeos de Tik Tok. Intentamos no olvidarnos de actualizar el perfil profesional en LinkedIn y, claro, ¿cómo no vamos a leer y/o contestar esos mensajes pendientes de los grupos de WhatsApp? Y sin darnos cuenta, hemos estado hora y media cara al móvil. O tres horas. El problema es que si esta conducta se repite todos los días, puede acabar convirtiéndose en un problema.

Francisco Javier López, médico de Ribera Salud en la Unidad de Conductas Adictivas del Hospital Universitario de Torrevieja, nos da algunas claves para detectar que tenemos una adicción, tanto si hay sustancia como si no:

  • El consumo empieza siendo ocasional y se hace cotidiano y habitual
  • Cada vez requiere más tiempo y atención
  • Cuando se quiere interrumpir esa actividad, el sujeto sufre malestar en forma de nerviosismo, inquietud o insomnio. Es el síndrome de abstinencia.

La tecnología nos ha dado mucho pero no debemos permitir que nos quite lo más importante: las relaciones personales, el contacto cara a cara, las conversaciones alrededor de una buena mesa y las sonrisas y miradas cómplices. Hay muchas más vida fuera de una pantalla que dentro.

 

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