El baile no es solo es una forma divertida de pasar el tiempo, sino que también puede ser muy beneficioso para la salud física y mental. En el contexto del Día Mundial de la Danza, que se celebró el lunes, vamos a desglosar hoy, en la entrada al blog de salud del grupo sanitario Ribera, cuáles son los beneficios físicos y psicológicos de bailar. El tipo de baile o las habilidades individuales quedan a un lado, lo que importa es la amplia gama de beneficios para el bienestar de las personas, desde la mejora de la salud cardiovascular hasta la gestión del estrés, pasando por las mejoras contrastadas para grupos de pacientes como los de párkinson, en un programa especial de danza terapéutica que lleva a cabo el Hospital Universitario de Torrejón, y que también explicaremos en esta entrada.
Beneficios físicos asociados al baile
- Mejora de la salud cardiovascular: Bailar es una actividad aeróbica que eleva la frecuencia cardíaca, fortalece el corazón y mejora la circulación sanguínea. Bailar regularmente puede ayudar a mejorar la resistencia cardiovascular y reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Tonificación muscular: El baile implica una variedad de movimientos que trabajan diferentes grupos musculares, lo que puede ayudar a tonificar y fortalecer todo el cuerpo, desde los músculos abdominales hasta los glúteos y las piernas.
- Mejora del equilibrio y la coordinación: Bailar requiere de movimientos coordinados y equilibrados, lo que puede ayudar a mejorar el equilibrio y coordinación en general. Esta mejora en la estabilidad puede ser especialmente beneficiosa a medida que nos hacemos mayores, ayudando a prevenir caídas y lesiones.
- Control del peso: Dependiendo del estilo y la intensidad, el baile puede quemar una cantidad significativa de calorías, lo que puede ayudar a mantener un peso saludable y a alcanzar los objetivos de movimiento diario para controlar el peso.
Beneficios psicológicos asociados al baile
- Reduce el estrés: Bailar es una forma perfecta de liberar el estrés acumulado. La combinación de música, movimiento y expresión puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y promover una sensación de calma y bienestar.
- Aumento de la autoestima: Puede ser una experiencia empoderadora, sobre todo a medida que uno gana en habilidad y confianza en los movimientos. Así es como se mejora la autoestima y el sentido de logro personal en una actividad.
- Estimulación mental: Aprender nuevas rutinas de baile y recordar pasos puede estimular el cerebro y mejorar la agilidad mental. Esta actividad mentalmente desafiante puede ser especialmente beneficiosa para mantener la salud cognitiva a medida que cumples años.
- Socialización y conexión: Bailar es a menudo una actividad social que permite conectar con otras personas con interés por el baile. Esta interacción social puede ayudar a reducir la sensación de soledad y fortalecer las relaciones personales.
Baile terapéutico a nivel hospitalario
Al igual que sucede con la música, el baile se ha convertido en una herramienta terapéutica que utilizan los profesionales sanitarios para tratar a determinados grupos de pacientes, en quienes se han demostrado claros beneficios. Es el caso del proyecto de danza terapéutica que ha puesto en marcha recientemente el Hospital Universitario de Torrejón, el centro sanitario que gestiona el grupo Ribera en la Comunidad de Valencia, y que está destinado a los pacientes con Parkinson. Esta iniciativa busca equilibrar todos los aspectos de la persona, como la movilidad, las emociones y los pensamientos, favoreciendo la coordinación, el equilibrio, la expresión creativa y emocional mediante el movimiento, el uso de la voz, la dramatización y el masaje.
Semanalmente, el Servicio de Neurología del centro torrejonero se reúne en la biblioteca del hospital con estos pacientes para poner en práctica talleres de danza con música muy variada. “Hemos diseñado esta iniciativa para pacientes con Parkinson porque es una enfermedad crónica progresiva que precisa un abordaje integral, donde las medicinas son sólo un aspecto más de su tratamiento y no alcanzan todas las necesidades de los pacientes”, explica la doctora Cristina Prieto, neuróloga del Hospital Universitario de Torrejón y coordinadora de las sesiones de danza terapéutica.
La doctora Prieto explica que existen numerosos estudios que avalan el beneficio de la danza en el Parkinson: mejora la capacidad de movimiento y equilibrio, los problemas de ánimo como ansiedad y depresión, en algunas funciones cognitivas, en el aislamiento social y en la calidad de vida en general. Además, añade, “la danza terapéutica les aporta un extra en cuanto a la integración de todos los problemas que conlleva la enfermedad de Parkinson, que es una patología crónica discapacitante que acarrea muchos problemas a todos los niveles de la vida del paciente”.
Las sesiones semanales duran una hora, para que se integre esta disciplina en la rutina del paciente. Sus promotores aseguran que estas sesiones motivadoras aumentan los niveles de dopamina en el cerebro, algo que mejora el estado anímico de los pacientes con Parkinson. Durante las sesiones se realizan movimientos de forma individual, en parejas o en grupos, según el ritmo de cada música y según el momento personal de cada uno. “Cada persona hace su propio trabajo y el grupo crea una energía que acoge y potencia ese trabajo”, valora la doctora Prieto.
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