- El hospital ha revalidado el certificado de huella de carbono y ha obtenido el sello que refleja su esfuerzo para reducir el impacto medioambiental
- En los últimos años, el centro sanitario ha logrado reducir un 40% el consumo de gas natural y en más de un 10 por ciento el de energía eléctrica
El hospital Ribera Povisa ha revalidado el certificado de huella de carbono, lo que certifica su compromiso contra el cambio climático y le convierte en el primer hospital con mayor huella registrada tras lograr reducir las emisiones de CO2 progresivamente desde 2018. El cálculo de huella de carbono que audita AENOR (la Asociación Española de Normalización y Certificación) indica en qué medida el hospital impacta en el medio ambiente por la emisión de gases de efecto invernadero.
Esta apuesta por el medio ambiente ha sido reconocida en 2019 y de nuevo en 2020 con la renovación de la certificación de Huella de Carbono de AENOR tras la auditoría nacional que se realiza según el acuerdo de París y que posteriormente ha sido avalada por el Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC). Tras un riguroso examen, Ribera Povisa se ha inscrito en el Registro de Huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono y se le ha entregado el sello que refleja este esfuerzo por reducir el impacto medioambiental.
Entre otras medidas, en los últimos años se han reemplazado los antiguos grupos de frío agua-agua por un nuevo grupo de frío aire-agua con alta eficiencia, se han renovado las antiguas calderas de la central térmica por otras nuevas de condensación con alta eficiencia y el grupo de bombeo de agua potable por un nuevo grupo con variador de velocidad y control inteligente. También se ha realizado la sustitución progresiva de iluminación convencional a tecnología LED.
Con todos estos proyectos, se ha conseguido un ahorro en energía eléctrica superior al 10% y de más de un 40% en el caso del gas natural, lo que supone una importante reducción de emisiones de CO2 causantes del calentamiento global.
Asimismo, desde mediados de este 2021, todo el suministro de energía eléctrica utilizado en el hospital proviene en su totalidad de fuentes de generación renovable y a medio plazo se prevé la implantación de paneles fotovoltaicos en la cubierta, así como un innovador equipo equilibrador de tensiones que reduciría el consumo eléctrico en más de un 5%.
En paralelo también se trabaja en la reducción de consumo de agua potable con un ahorro acumulado superior al 40% y que, aunque no incide en la huella de carbono, reafirma el compromiso de Ribera Povisa con el medio ambiente.
Para conseguir la meta de reducciones, el hospital trabaja también con la implicación de los profesionales y usuarios.