- La psicóloga Belén Vázquez aconseja ser respetuosos y comprensivos con los sentimientos de los niños, darles el tiempo necesario para calmarse y ayudarlos a afrontar las dificultades del día a día.
- Es conveniente consultar con un profesional cuando el estudiante muestra tendencia al aislamiento, problemas digestivos frecuentes, dificultades para conciliar o mantener el sueño, tristeza o irritabilidad constante o niveles de ansiedad elevados.
La vuelta al cole tras las vacaciones de verano es, para muchos niños, motivo de ilusión, sin embargo, es frecuente que aparezcan dificultades para volver a los horarios y a la rutina de madrugar, realizar actividades extraescolares, deberes, etc. Para ayudarles a gestionar la ansiedad la especialista del Hospital Ribera Juan Cardona, el hospital del grupo sanitario Ribera en Ferrol, recomiendan retomar las rutinas de forma progresiva y gradual, y transmitir seguridad y confianza.
“Es habitual, especialmente en los primeros días, la negativa a ir a clase y la aparición de nervios y miedos, que varían dependiendo de la edad. En niños más pequeños predomina el miedo a la separación de los padres; en escolares de más edad es frecuente el miedo a suspender; y, ya en la adolescencia, ganan mayor importancia miedos como el fracaso académico o miedos de carácter social y relacional”, analiza Belén Vázquez Rodríguez. psicóloga del servicio de Ribera Juan Cardona.
La especialista propone retomar las rutinas de forma progresiva y gradual, adaptándolas siempre al momento evolutivo del niño y facilitarle toda la información: “explicar qué van a hacer, dónde y con quién estarán, evitando caer en mentiras”.
“Es recomendable levantarse con tiempo suficiente para prepararse tranquilamente y sin agobios, ayudarles a organizar su material escolar con antelación y planificar las actividades extraescolares a las que asistirá para motivarlos, siempre y cuando no suponga esto una sobrecarga e implicación excesiva”, añade la doctora Vázquez. “La familia debe transmitir seguridad y confianza. En niños en etapa infantil si la angustia es elevada al principio, se les puede proponer que acudan con algún muñeco u objeto significativo para él, que les dé tranquilidad”.
La comunicación debe ser uno de los pilares de todas las familias, por eso debemos hablar con los estudiantes sobre sus sentimientos y expectativas respecto al nuevo curso. “La creación de espacios seguros para hablar, fortalecerá la confianza entre padres e hijos y estos pueden percibir libertad para contar cómo viven esta etapa y expresar preocupaciones o miedos al respecto. Una vez que se inicie el curso, es recomendable reservar también un espacio para hablar sobre las sensaciones y experiencias que experimentan y que los niños cuenten qué tal ha ido el día, qué han hecho y cómo se han sentido en el centro educativo, más allá de las materias y contenido académico”.
Señales de alerta
Los adultos debemos ser cuidadosos al hablar del regreso a la rutina para reforzar en los niños la idea de que el colegio es algo positivo. “No debemos agobiar ni presionar al niño con la vuelta al colegio y a las actividades extraescolares, y los padres debemos mostrar ilusión, ya que favorecerá la aparición de una actitud positiva”, señala la psicóloga. “Pero es recomendable elaborar un horario realista de la nueva rutina escolar, incluyendo espacios de tiempo para el descanso y el ocio”.
La vuelta al cole es un proceso de adaptación que produce normalmente estrés en los menores que se va disipando rápidamente, pero la especialista del Hospital Ribera Juan Cardona considera síntomas de alerta que hay que atender, “si el niño o adolescente muestra tendencia al aislamiento o conductas evitativas respecto al colegio/instituto, problemas digestivos frecuentes, dificultades para conciliar o mantener el sueño, pesadillas recurrentes, tristeza o irritabilidad constante, niveles de ansiedad elevados, entre otros…”
“Si tus hijos te reclaman, escúchalos”, insiste la doctora Belén Vázquez. “Tenemos que hablar con nuestros hijos y ser respetuosos y comprensivos con sus sentimientos, darles el tiempo necesario para calmarse y ayudarlos a afrontar las dificultades del día a día”.
La confianza es uno de los mejores regalos que podemos ofrecer a nuestros hijos. Es importante evitar sobreprotegerlos y confiar en su capacidad para desarrollarse. Pero si empezamos a identificar un malestar significativo o un deterioro a nivel académico, emocional y/o social, es importante acudir a un especialista para valorar la situación y, si fuese necesario, iniciar un tratamiento psicológico adaptado a cada caso”, concluye.