- Los especialistas en Salud Mental de los hospitales del grupo sanitario Ribera advierten del peligro que suponen las redes sociales para transitar las diferentes fases del duelo y recomiendan el “contacto cero” o “límites bien definidos con la expareja”
- Explican que hay que normalizar el dolor y la pena durante un tiempo e intensidad adecuados, de alrededor de seis meses, para evitar trastornos adaptativos
El verano es una estación muy propicia para el inicio de relaciones sentimentales, sobre todo por el ambiente vacacional y distendido y el aumento de relaciones y planes sociales. Pero al mismo tiempo es una época de tensión y cambios para las parejas, y por eso son frecuentes las rupturas sentimentales durante o al acabar el periodo estival. Los especialistas en Salud Mental del grupo sanitario Ribera recomiendan establecer un tiempo para el duelo, apostar si es posible por el contacto cero, evitando la influencia de las redes sociales, no negar los sentimientos” y no tener urgencia en olvidar, porque es lo que puede dar lugar a problemas como ansiedad, fobias o insomnio. También nos dan algunas claves para superar estos contratiempos emocionales.
Lucía Fernández, psicóloga sanitaria de Ribera Polusa, explica que una ruptura “implica una pérdida, y eso supone pasar por un duelo”. “Cada persona tiene su ritmo y necesita un tiempo para superar una ruptura de pareja y lo que esta conlleva”, aunque añade, “a veces no sufrimos tanto la pérdida de la persona en sí como la del proyecto de vida que nos habíamos hecho con esa persona”. El doctor Manuel García Mayo, psiquiatra del Hospital Universitario de Torrejón, recuerda que una ruptura “en sí no es una enfermedad, es un hecho más de la vida, que supone el final de algo y por eso se equipara emocionalmente con un duelo”.
Para el doctor Javier Carreño, psiquiatra del hospital Ribera Povisa, la tristeza y la pena que suponen la pérdida de un ser querido, como es la separación de la pareja, “son afectos normales y representan la añoranza del ser querido y la pena por los buenos momentos que nunca volverán”. Marisa Escribano, psicóloga de la Unidad de Salud Mental del Hospital Universitario del Vinalopó, coincide con este análisis. “La respuesta de dolor es la más sana que podemos dar ante una situación de duelo; si no fuera así, sería patológico”, explica. Eso sí. Añade que “si la duración de estos síntomas persiste más de 6 meses de una manera significativa, deberíamos acudir a un psicólogo para averiguar con qué nos conecta a ese duelo o qué características propias interfieren en no transitarlo de manera adecuada”. Para el doctor García Mayo, “la patología se produciría cuando este proceso está desajustado y es desproporcionado por intensidad, disfuncionalidad y/o duración”, y recuerda las fases del duelo, también aplicables en una ruptura sentimental. “Empezamos con la toma de conciencia del momento, seguimos con el manejo del proceso de cambio, hasta finalmente, aceptar y aprender a habitar un mundo nuevo sin la persona vincular con quien manteníamos una relación”. “Es un proceso largo, lleno de altibajos, a veces doloroso, pero que otras veces puede conllevar un aprendizaje y un crecimiento”, apunta.
El doctor Carreño advierte que “la urgencia y el ansia de olvido anula las posibilidades de procesar la pena y de hacer el duelo” y puede provocar “síntomas de lo más variado, como ansiedad, fobias, insomnio y parasomnias o pesadillas y terrores nocturnos”. Es en estos casos, añade, en los que los pacientes suelen acudir a la consulta, como consecuencia de “los duelos no realizados”. Lucía Fernández añade que la ansiedad se puede manifestar de muchas formas, “desde taquicardias hasta una sensación de nudo en el estómago, sudoración, conductas que nos lleven a intentar controlar la situación y que no hacen sino empeorarla, como las llamadas frecuentes, y especialmente, mantener el contacto por redes sociales o pensamientos negativos con perspectiva de pasado o de futuro. “Nunca voy a conocer a nadie igual” o “Nunca me quiso” son algunas de las más recurrentes, añade. Su compañera en el Hospital del Vinalopó añade otras emociones negativas como el sentimiento de culpabilidad o una tristeza profunda, por la prevalencia de los recuerdos de esta relación en el pasado. “El tiempo nos ayudará a aliviar este dolor”, asegura Marisa Escribano, que añade la conveniencia de “saber leer nuestras necesidades, pues hay personas que prefieren la soledad para transitar el proceso de duelo, mientras que otras prefieren contar con el apoyo de amigos y realizar actividades en familia, o de ocio”. El doctor García Mayo apunta a que puede llegar a producirse un Trastorno Adaptativo.
Para la psicóloga clínica de Ribera Polusa y terapeuta de Minds, el programa de terapia psicológica online del grupo sanitario Ribera, “no hay pautas mágicas que sirvan para todo y para todos, pero sí algunos consejos generales que nos pueden ayudar a superar con normalidad una ruptura”. Para Lucía Fernández son clave el contacto cero, el bloqueo de información a través de redes y amigos comunes, o establecer límites muy definidos con esa persona, si contacto cero no es posible. Además, aconseja tomar decisiones imprescindibles en momento inicial “pero dejar para más adelante las que pueden esperar”, tal y como explica en este vídeo. Para Marisa Escribano, psicóloga de Vinalopó, hay que prestar especial atención a las redes sociales porque “pueden jugar en contra del proceso para transitar el duelo”. “Hoy en día es muy fácil estar informados constantemente de la vida de la persona que ya no está con nosotros, y eso dificulta el duelo, y por tanto, la construcción de una vida nueva sin la persona que perdimos”.