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«La radiofrecuencia elimina los miomas en apenas una hora, sin cicatriz ni dolor»

Una de cada dos mujeres en edad fértil desarrollará estos tumores benignos, los más frecuentes en la población femenina. A los tratamientos habituales se sumaba hace algunos años la radiofrecuencia, un método mínimamente invasivo, como explica el doctor Fernando Cobián, ginecólogo de los hospitales Juan Cardona y Ribera Polusa.

Los miomas uterinos son los tumores benignos más frecuentes en la mujer, calculándose que más de la mitad de la población femenina (50-60%) los desarrollará en algún momento de su vida fértil. 

El doctor Fernando Cobián, ginecólogo de los hospitales Juan Cardona y Ribera Polusa, detalla que «los miomas son nódulos benignos que aparecen en el útero y que tienen su origen en las células de músculo liso de su pared. Son muy frecuentes y la gran mayoría resultan asintomáticos, por lo que no precisan instaurar un tratamiento». 

  1. Síntomas de los miomas
    • Posibles tratamientos
      • La intervención, en detalle

        Sin embargo, hay algunos casos en los que los miomas presentan sintomatología y entonces deben ser tratados, ya que afectan a la calidad de vida de las pacientes. 

        Síntomas de los miomas

        Sus principales síntomas son:

        • Un sangrado menstrual abundante y largo.
        • Dolor durante las relaciones sexuales.
        • Presión en la vejiga que conlleva la necesidad de acudir frecuentemente al baño.
        • Dolor lumbar y abdominal.
        • Percepción de una masa durante la palpación abdominal. 

        Si la mujer presenta alguna de estas señales, en una revisión ginecológica se podrá establecer el diagnóstico de miomas uterinos «simplemente con una ecografía. Muchas veces, los miomas se detectan durante una revisión rutinaria», aclara el especialista. 

        Posibles tratamientos

        Los facultativos coinciden en que los miomas solamente deben de tratarse cuando aparece síntomatología. El tratamiento habitualmente indicado para los miomas es la cirugía, que puede ser tradicional o por vía laparoscópica. Será el número de masas existente, su localización y tamaño lo que determinará la elección de una técnica más o menos invasiva. 

        El doctor Cobián explica que «la radiofrecuencia es un tratamiento alternativo a la cirugía que resulta mínimamente invasivo. En los casos en los que está indicado, los resultados son excelentes». 

        Esos excelentes resultados se constatan con las cifras: en España se realizan ya unos 2.000 tratamientos anuales de miomas por radiofrecuencia. «La evolución en nuestro país ha sido notable desde sus inicios, en 2012. En la actualidad, y especialmente en los últimos tres años, ha experimentado un crecimiento exponencial, consolidándose como una de las primeras opciones para tratar este tipo de patología, siempre que esté indicado», asegura Fernando Cobián.

        El especialista enumera las principales ventajas de este tratamiento: «La radiofrecuencia de miomas es una técnica probada, eficaz, sencilla y segura, que mejora la calidad de vida de las pacientes. Se realiza en el quirófano del hospital con anestesia epidural o sedación y la paciente recibe el alta el mismo día de la cirugía. No deja cicatriz, no daña el útero y permite una recuperación mucho más rápida».

        La intervención, en detalle

        El tratamiento de los miomas con radiofrecuencia se realiza por vía vaginal, «no produce dolor, ni hemorragia y la intervención dura menos de una hora», afirma el doctor Cobián, con amplia experiencia en este tipo de intervenciones. 

        El ginecólogo explica que «con la paciente sedada se inserta en la vagina un dispositivo especial que emite energía de radiofrecuencia controlada, que calienta y destruye el tejido del mioma. Este calentamiento controlado puede encoger o desnaturalizar el tejido del mioma, lo que eventualmente conduce a una reducción de tamaño y a la disminución de los síntomas». Además, «con esta técnica evitamos los riesgos de una cirugía clásica. La estancia hospitalaria es corta, ya que a las cuatro horas de la intervención se da el alta a la paciente, y el periodo de recuperación es de 24 a 48 horas», añade. 

        «A los dos meses ya vemos que se consigue una normalización de esas menstruaciones abundantes y, en un año, el volumen del mioma se habrá reducido en un 70%. Además, se acortan mucho los plazos en el caso de que la paciente quisiera quedarse embarazada».