- En épocas de exámenes finales, Selectividad y presentación de trabajos de fin de grado o máster aumentan los casos de contracturas, hernias, cervicalgias, lumbalgias y hasta escoliosis, hipercifosis e hiperlordosis
- Los profesionales recomiendan apoyar los pies en el suelo y la espalda en el respaldo, levantarse y andar cada 45 minutos o una hora, hacer ejercicio todos los días e intentar estirar cuello y espalda
El dolor de espalda, y en concreto el dolor lumbar, es un importante problema de salud con gran impacto para la sociedad, en términos de pérdida de calidad de vida, y se incluye entre los padecimientos más frecuentes en la población española. En época de exámenes finales y preparación de la selectividad (EBAU, EVAU o PAU, según la región española), las horas que jóvenes y adolescentes dedican a estudiar, sobre todo los de Bachiller y los universitarios, aumentan los casos de pacientes que acuden a los servicios de Rehabilitación por contracturas, hernias, lumbalgias y también por problemas más graves de espalda. Hasta el 40% de los casos que atienden los fisioterapeutas del grupo sanitario Ribera están relacionados con una mala higiene postural, que, a final de curso, suma también los nervios y el estrés propio de esta etapa.
Los fisioterapeutas del grupo Ribera insisten en la importancia de que los estudiantes conozcan cómo tienen que estar sentados estudiando, haciendo deberes o trabajos de final de Grado o máster para que no les duela la espalda. Lydia Chamorro, fisioterapeuta del Hospital Universitario de Torrejón, asegura que los errores más extendidos al sentarse son “tener la cabeza adelantada, los hombros caídos, la columna curvada hacia adelante y no apoyar la zona lumbar en el respaldo”. El supervisor de la Unidad de Fisioterapia del Hospital de Denia, Adrián Ventero, recuerda que las cervicalgias surgen de las horas delante de una pantalla mal sentado y “provoca una anteriorización de los hombros y una rectificación de la zona cercal, aumentando la tensión en la musculatura”. Andrea Rodríguez, coordinadora de Fisioterapia delhospital Ribera Polusa, explica que los estudiantes deben evitar “dejarse caer en la silla, apoyando los hombros en el respaldo y situando la pelvis en la punta de la silla”, así como estudiar tumbados. “Si esta actividad se realiza apoyando los codos o antebrazos, en pocos minutos el estudiante comenzará a sentirse cansado y no podrá concentrarse en lo que estudia”, asegura.
Y es que “pasar muchas horas en la misma posición aumenta las posibilidades de sufrir dolores musculares”, explica Manuela González, fisioterapeuta del hospital Ribera Santa Justa (Extremadura), quien asegura que padres y profesores tienen que corregir a los estudiantes para que no tengan las piernas cruzadas, subidas en la silla o estén sentados sobre ellas. “Los pies siempre tienen que estar en el suelo y ligeramente separados entre sí”, añade, mientras confirma que “una mala higiene postural continuada puede provocar muchos problemas de espalda”. También recomienda situar el ordenador justo delante, para evitar giros excesivos del tronco, y en el plano horizontal de la cabeza, para equilibrar la carga del peso corporal y evitar la antepulsión de hombros (hombros hacia delante y ligeramente arriba), porque favorece la cifosis dorsal. Su compañera en el hospital de Torrejón, Lydia Chamorro, añade que las rodillas deben estar al mismo nivel o por encima de las caderas. “Si no se llega, hay que utilizar un reposapiés con inclinación ajustable”, explica. Y a la hora de trabajar con el ordenador, el teclado debe estar bajo, para no levantar los hombros y apoyar los antebrazos en la mesa. La elevación no debe superar los 25 cm.
Chamorro confirma que en consulta atienden casos de escoliosis, hipercifosis e hiperlordosis (el aumento de la curvatura de la columna a nivel cervical o lumbar), en ocasiones como consecuencia de una reiterada y mala higiene postural. “El dolor de espalda afecta en torno al 70-80 % de la población general en algún momento de su vida y un 15 % aproximadamente tiene un origen claro, pero el resto se considera dolor inespecífico o inclasificable”, recuerda. Esta fisioterapeuta hace hincapié en que, además de la postura, es importante vigilar el peso de las mochilas o bolsos con libros y la forma en la que hacemos ejercicio y estiramientos.
Manuela González, fisioterapeuta de Ribera Santa Justa, recomienda intercalar periodos de 50 minutos sentado y 10 minutos de descanso de pie o andando. Tras la primera pausa, se puede alargar el periodo de estudio sentado hasta una hora y media y descansar 20 minutos de pie. “De esta forma, garantizamos el cambio de posición, para que la musculatura no se resienta, y nos damos la oportunidad de corregir de nuevo la forma de estar sentado frente a los libros, apuntes o el ordenador”, explica. Para Lydia Chamorro, lo ideal es hacer una pausa, y levantarse de la mesa de estudio y andar un poco cada 45 minutos. El mismo consejo da el supervisor de Fisioterapia de Denia. “Después de una hora sentado, hay que levantarse”. Todos ellos, además, recomiendan el ejercicio diario o varias veces a la semana, y en concreto, la fisioterapeuta de Torrejón recuerda que “el fortalecimiento de los músculos de la zona abdomino-lumbar proporciona una mayor estabilidad del tronco y hace que la postura sea más adecuada”. “Todos tenemos riesgo de padecer dolor lumbar en algún momento de nuestra vida, por una lesión o un sobreesfuerzo, pero se reduce de manera considerable cuanto más desarrollada está la musculatura de la espalda”, añade. Para el supervisor de Fisioterapia de Denia, es clave también “realizar ejercicios de movilidad y estiramiento del cuello y los hombros para evitar las rectificaciones cervicales y las cifosis dorsales”.