Aldara Regal es una de las estudiantes de la Escuela de Ribera Povisa que ha aprovechado la oportunidad que Ribera ha ofrecido a nuestros futuros enfermeros de vivir una experiencia diferente durante sus prácticas. Durante el primer cuatrimestre de este curso, Aldara ha podido demostrar lo aprendido en nuestras aulas en el Hospital de Torrejón, en Madrid, una experiencia para la que ha contado con una ayuda económica otorgada por el Grupo Ribera. Tras ser una de las primeras estudiantes que ha tenido la oportunidad de vivir esta inmersión en un centro sanitario fuera de Galicia, nos ha contado sus impresiones.
¿Cómo surgió la idea de hacer las prácticas en Madrid?
Fue en una reunión que hicieron en abril en la que los profesores nos comunicaron que desde Ribera nos habían propuesto esta nueva opción, hacer las prácticas en cualquier hospital del grupo. Aunque yo quería que mis últimas prácticas fueran cerca de casa, preferí hacer las primeras fuera para descubrir otras formas de trabajar, quería conocer otros centros además de Ribera Povisa, que es un hospital del que ya conozco el funcionamiento.
¿Fue un proceso fácil?
Sí. Los profesores me ayudaron en todo momento, especialmente Alicia y María. Nos dieron un tiempo desde la reunión hasta que tomamos la decisión y, una vez lo tuve claro, solo tuve que solicitarlo y pedir un justificante para poder hacer la segunda parte de mis prácticas en Galicia. Por lo demás, todos los trámites los hicieron desde la Escuela, fue muy fácil.
¿Qué has aprendido durante estos meses?
Esta experiencia me ha aportado, sobre todo, seguridad e independencia como estudiante. En las prácticas en Povisa siempre teníamos a nuestros profesores ahí para ayudarnos, y eso está muy bien, pero en Madrid me tuve que buscar yo sola las habichuelas, aunque es cierto que los profes siguen ahí, pero no físicamente, claro, nos ayudan desde la distancia. He tenido que presentarme yo sola, hacer un buen desempeño… yo quería hacerlo bien para dejar una buena representación de la Escuela. Además de independencia como estudiante, me aportó mucho personalmente, ya que muchos problemas que surgieron en el camino los tuve que resolver yo. Ha sido una lección de vida en la que me he dado cuenta de todo lo que puedo hacer por mí misma.
¿Ha cambiado tu idea de la profesión?
Sí. A nivel profesional puedo decir que me llevo el haber trabajado con diferentes máquinas, diferentes técnicas y gente muy diversa, ¡ha sido una experiencia maravillosa! Estar en un nuevo hospital lejos de casa me ha reforzado la idea que tenía sobre mi futuro profesional. Tenía una duda sobre qué especialidad escoger, dudaba entre Pediatría y Atención Primaria. Allí hice rotación en pediatría y me quedó claro que eso era lo que quería. También tuve la oportunidad de ver en vivo y en directo una UCI humanitaria, que es algo de lo que habíamos hablado en clase, y he podido vivir en primera persona esa forma de trabajar con pacientes de UCI.
¿Te sentías preparada para este nuevo reto?
Sí. El primer día ya me sentí muy cómoda, me vi capaz perfectamente de hacerlo todo sin mis profesores, aunque, por supuesto, ellos estuvieron en contacto conmigo en todo momento. Tuve la oportunidad de estar en tres servicios nuevos en los que yo nunca había estado: la UCI, Urgencias y Materno-Infantil. En todas estas partes nuevas al principio me vi perdida, claro, pero poco a poco fui aprendiendo, creyendo más en mí, cada vez me veía más preparada.
¿Has podido conocer a gente nueva?
Sí, conocí mucha gente. Además de personal del hospital yo estuve con otros alumnos de otras universidades, hicimos mucha piña porque hacíamos los descansos juntos y nos veíamos todos los días.
¿Recomiendas esta experiencia a futuros alumnos de la Escuela?
Lo recomendaría al cien por cien, es una experiencia muy beneficiosa en muchos sentidos. Aprendes a ser mucho más independiente, conoces una ciudad nueva, aprendes a solucionar muchos problemas y podrás ver en primera persona cómo funciona otro hospital, cómo se organizan sus turnos… Es beneficioso tanto a nivel personal como profesional y creo que también es beneficioso para la Escuela, porque permite que los alumnos vean una forma de trabajar diferente. En Povisa nos conocemos todos, estamos también muy arropados por los profes, y eso está genial, pero con esta oportunidad que nos da Ribera puedes conocer a muchísima gente, hacer nuevos amigos, contactos profesionales… Ves de cerca otro mundo y esto te abre una oportunidad laboral para el día de mañana.