Mi piel es única: convivir con la dermatitis atópica

Rojez, irritación y escozor en la piel. Son algunas de las molestias de la dermatitis atópica que afecta no solo a niños sino también a muchos adultos. ¿Por qué este jabón me irrita la piel? ¿Por qué se me llena de manchas rojas y granitos el escote cuando tengo una temporada de más estrés y tensión? ¿Qué le pasa a mi hijo que siempre tiene el cutis tan seco? Es la piel atópica, consecuencia, según los dermatólogos, de un cutis seco y con poca grasa que hace que se irrite con mucha facilidad.

Con el tipo de piel, como el color de pelo o de ojos, se nace. Tenemos una predisposición genética, aunque sin duda, hay factores alérgenos y ambientales que pueden acentuar los efectos de la dermatitis atópica. Por eso, cada uno tenemos que aprender a cuidar de nuestra piel, fijarnos en qué le sienta bien y evitar lo que le afecta negativamente. Como en la mayoría de las cosas, con las pieles atópicas no vale “la crema que le va bien a todo el mundo”. Ni el jabón. Ni la colonia. Hasta encontrar el o los productos que mejor le sientan a nuestra piel atópica, e incluso después, al probar un producto nuevo, lo mejor es hacerlo en una parte pequeña del cuerpo. Por si la reacción no es positiva. De esta forma, evitamos molestias innecesarias y una zona grande afectada.

Con los niños pequeños, las evidencias de una dermatitis atópica aparecen pronto. Empezamos a observar que la cara se les irrita con facilidad y nos surgen las típicas dudas: ¿será el chupete o que babea demasiado? ¿o el calor y el sudor que le irritan? Sin embargo, cuando aparece la piel irritada y granitos con asiduidad en la cara y los pliegues de brazos y piernas, debemos consultar con un especialista.

Para niños y mayores, la mayoría de los dermatólogos recomienda limitar el jabón a axilas, pies y la higiene íntima y utilizar en el resto del cuerpo productos sin jabón. También utilizar ropa cómoda y de tejidos naturales, y no frotarse la piel para secarse después del baño ayudan a reducir la alteración de la piel atópica. Y tener paciencia en la búsqueda del producto que nos vaya bien a nosotros (o a nuestros hijos). La piel es un órgano del cuerpo con reacciones muy complejas que no siempre son fáciles de explicar. Y sí. Llevar una vida tranquila, hacer deporte, comer de forma saludable y cuidarse, ayuda a que nuestra piel muestre su mejor versión.

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