- “El calor favorece la sudoración y disminuye el volumen de orina, que es un factor de riesgo, junto con la humedad, el enfriamiento y la falta de transpiración”, explica el doctor Ramírez, del Hospital Universitario de Torrejón
- El doctor Fariñas, jefe de Urología del Hospital Ribera Povisa, recomienda evitar playa y piscina cuando hay infección de orina, beber mucha agua e ir al baño con frecuencia
- El jefe de Urología de los hospitales universitarios de Torrevieja y Vinalopó, el doctor Francisco Javier Calahorra, asegura que las infecciones de orina son tres veces más frecuentes en mujeres que en hombres
Valencia, 22 de julio de 2021 – Durante el verano, factores ambientales como el calor y los baños en piscinas aumentan el riesgo de infección urinaria debido a que el agua puede alterar la flora defensiva y facilitar, así, la aparición de las cistitis. “El calor favorece la sudoración y disminuye el volumen de diuresis u orina, que es un factor de riesgo para las infecciones”, según explica el doctor Manuel Ramírez, urólogo del Hospital Universitario de Torrejón. Además, añade, “los baños en playas y piscinas condicionan otro claro factor de riesgo, la humedad de forma mantenida en la vagina, que facilita las cistitis debido al enfriamiento y a la falta de transpiración”.
El doctor Francisco Javier Calahorra, jefe del Servicio de Urología de los Hospitales Universitarios de Torrevieja y Vinalopó, gestionados por el grupo sanitario Ribera, asegura que “las infecciones urinarias son tres veces más frecuentes en mujeres que en hombres”. De la misma opinión es el doctor Luis Fariña, responsable del Servicio de Urología del Hospital Ribera Povisa, que señala que en las mujeres, “hay dos períodos de la vida en los que estas infecciones son más habituales: el periodo que coincide con el inicio de las relaciones sexuales, y el periodo de la vida adulta que coincide con los cambios que ocurren en la menopausia”.
Las infecciones del tracto urinario, muy habituales en verano, representan el segundo tipo de infección más común en el ámbito ambulatorio, tras las infecciones respiratorias, según los especialistas del grupo Ribera. La más frecuente suele ser la cistitis, que es el término que se utiliza en Medicina para llamar a la inflamación de la vejiga. Y el microorganismo más frecuente es el Escherichia Coli, según explica el doctor Ramírez. La mayoría de las veces, esta inflamación, que puede ser dolorosa y molesta, está causada por una infección bacteriana. Las manifestaciones más habituales suelen ser la sensación de ardor al orinar, orina turbia y con olor fuerte, sangre en la orina, molestias pélvicas, orinar de manera frecuente en pequeñas cantidades, y la necesidad irrefrenable y constante de orinar.
Con estos síntomas, el doctor Fariña recomienda consultar con el médico de familia o el especialista, ya que “muchas veces puede hacer un diagnóstico clínico con los síntomas o con aguda de un examen del sedimento de la orina, a veces automatizado con una tira reactiva”. Sin embargo, añade, “en ocasiones se necesita un cultivo para identificar el germen que causa la infección”.
Las mujeres presentan un mayor riesgo de contraer cistitis. “La mayoría de mujeres sufren cistitis al menos una vez en la vida, y una de entre cada cinco experimenta una segunda infección, conocidas como cistitis recurrentes”, explica el doctor Calahorra.
La razón por la que las mujeres son más propensas a sufrir estos episodios es su anatomía, ya que la uretra femenina es más corta que la masculina, “lo que disminuye la distancia que deben viajar las bacterias para alcanzar la vejiga”, según explica el doctor Calahorra, a lo que añade el doctor Ramírez que “los microorganismos existentes en la flora intestinal colonizan la vagina y pueden ascender a la vejiga”.
Las mujeres que presentan un mayor riesgo de infección, explican los especialistas de Ribera, son aquellas que usan ciertos tipos de anticonceptivos, como los diafragmas, que contienen agentes espermicidas, las embarazadas, algunas en los inicios de las relaciones sexuales y por último mujeres con menopausia.
Pare prevenir estas infecciones, los especialistas de Ribera aconsejan “aumentar la ingesta de agua, cambiarse el bañador y secarse la zona íntima después del baño, no utilizar desodorantes en espray o productos femeninos en la zona genital y lavar suavemente la zona. La ingesta de arándano rojo puede servir de prevención para aquellas personas con tendencia a contraer la infección”.
Estas infecciones del tracto urinario no presentan mucha gravedad, pero pueden llegar a ser muy molestas. En un principio no afectan a ningún órgano importante, pero si la infección no se trata con urgencia puede subir por el uréter hasta el riñón y agravarse por lo que se recomienda la visita al médico de familia o al especialista.