- La consulta de nutrición recuerda la importancia del enfoque multidisciplinar para tratar los TCA y de elaborar un plan de alimentación equilibrado que proporcione todos los nutrientes necesarios
Ribera Hospital de Molina, gestionado por el grupo sanitario Ribera, cuenta con un servicio de nutrición y dietética especializada que alerta sobre la necesidad de vigilar el aumento de estos trastornos en los jóvenes y de diagnosticarlo de forma precoz.
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades mentales graves que afectan la forma en que las personas piensan, sienten y se comportan con respecto a la comida y su cuerpo. Los TCA incluyen anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y trastorno por atracón, entre otros. “La nutrición juega un papel fundamental en el tratamiento de los TCA, ya que estos trastornos pueden tener graves consecuencias físicas y nutricionales”, comenta Alicia Soler, especialista en nutrición.
En estos casos, es importante realizar una evaluación nutricional completa para determinar el estado de nutrición del individuo, incluyendo el peso, la ingesta alimentaria, los hábitos alimentarios y los desequilibrios nutricionales. “En casos de anorexia nerviosa, la restauración del peso corporal es crucial para restablecer la salud física. Esto generalmente se logra a través de un plan de alimentación estructurado y supervisado por profesionales de la salud, como dietistas y médicos”.
“Desde las consultas de nutrición debemos diseñar un plan de alimentación equilibrado que proporcione todos los nutrientes necesarios para mantener la salud física y mental. Esto puede incluir una combinación de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas y minerales”, asegura la especialista.
La educación nutricional es fundamental para educar a los pacientes con TCA sobre la importancia de una alimentación saludable y equilibrada, así como los efectos negativos de la restricción alimentaria y los atracones. Es por ello que, “el progreso nutricional debe ser monitorizado de cerca por profesionales de la salud para garantizar que se esté alcanzando y manteniendo un estado de nutrición adecuado”.
El tratamiento de los trastornos de conducta alimentaria generalmente requiere un enfoque multidisciplinar que incluya la colaboración entre profesionales de la salud mental, dietistas, médicos y terapeutas. “Es importante tener en cuenta que cada individuo es único y requerirá un enfoque personalizado en su tratamiento nutricional. Además, el tratamiento no solo se centra en la nutrición, sino también en abordar los aspectos psicológicos, emocionales y sociales de la enfermedad”.