- Además de determinar la causa del dolor, establece un tratamiento personalizado, con el objetivo de mejorar la calidad de vida del paciente y, si es posible, resolver el problema que causa el dolor
- En el Día Mundial contra el Dolor, la Unidad del Dolor de Ribera Polusa pone en valor sus tratamientos que, gracias a técnicas especializadas, mejoran la efectividad de la medicación e incluso logran que el paciente prescinda de ella
El hospital Ribera Polusa pone en marcha esta semana una Unidad del Dolor, en la que se integran profesionales súperespecializados en el diagnóstico de síndromes dolorosos y también en tratamientos avanzados para el control y/o resolución de los episodios que causan dolor.
El dolor es una señal que envía el sistema nervioso para alertar de que algo no va bien. En el Día Mundial contra el Dolor, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recuerda que esta es la causa más frecuente para acudir a una consulta, aunque el paciente no sepa el origen. Se calcula que cuatro de cada diez personas viven con dolor, en España, unos 17,5 millones de ciudadanos en total, lo que hace necesarias unidades especializadas.
En la Unidad del Dolor de Ribera Polusa, el hospital que gestiona el grupo sanitario Ribera en Lugo, se diagnostican síndromes dolorosos y también la causa de determinados dolores, al tiempo que se ofrece un plan de tratamiento personalizado a cada paciente y tipo de dolor “con el objetivo de mejorar la calidad de vida del paciente o resolver, siempre que sea posible, el origen del problema que le causa ese dolor”, explica el doctor Carlos Fernández Ramos, responsable de la Unidad del Dolor de Ribera Polusa y jefe del Servicio de Anestesia y Reanimación. Para ello, por ejemplo, se controla la medicación del paciente, para mejorar su efectividad, y también se recurre a técnicas especializadas que, en ocasiones, permiten incluso reducir o eliminar esa medicación.
Sentir dolor nunca es agradable, pero vivir con dolor durante un tiempo de moderado a largo suele limitar acciones cotidianas como el estudio o el trabajo y también las relaciones personales y familiares. La Sociedad Española del Dolor explica en una guía cuáles son los diferentes tipos de dolor y por qué aparece. Pero también señala que hay casos en los que “solo se puede tratar el dolor” porque no se puede atajar en su origen. Es el caso de cefaleas o migrañas en las que se ha descartado una enfermedad cerebral grave, los dolores de espalda asociados a la edad, el dolor artrítico o el dolor tras una lesión traumática.
Estos pacientes también pueden acudir a Ribera Polusa, porque en su Unidad del Dolor se facilita el tratamiento de cualquier tipo de dolor, se llevan a cabo técnicas invasivas para su manejo, infiltraciones lumbares y de nervios periféricos y también la telerehabilitación para síndromes dolorosos crónicos y agudos. Además, en esta consulta se reciben también casos para los que se busca una segunda opinión.
El doctor Fernández Ramos explica que para que el diagnóstico y el plan de tratamiento sea el idóneo, “el paciente tiene que llevar a la consulta todos los informes posibles de su historial médico, así como una relación detallada de la medicación que toma y que ha tomado”, explica. “Nuestro objetivo será siempre mejorar la calidad de vida del paciente, pero en la medida de lo posible, vamos a intentar acabar también con el origen de su dolor”, añade.
