La sociedad está muy concienciada en la prevención y el diagnóstico temprano de este tumor, un objetivo que cuenta con una aliada cada vez más importante: la tecnología. El mamógrafo de última generación que recientemente incorporaba a su dotación el hospital Ribera Polusa ha convertido a este centro en un referente.
La Sociedad Española de Oncología Médica (Seom) estima que este año se diagnosticarán más de 35.000 nuevos casos de cáncer de mama, con lo que se situará como el segundo tumor más frecuente en la población general y el primero entre mujeres. La buena noticia es que, en las últimas décadas, la supervivencia ha aumentado considerablemente, marcándose la Asociación Española contra el Cáncer (Aecc) el objetivo de que, en el año 2030, el 70% de las pacientes lo supere.
La tecnología es una de las grandes herramientas para un diagnóstico precoz, por eso el mamógrafo de última generación que recientemente incorporaba a su dotación el hospital Ribera Polusa ha convertido a este centro en un referente en la prevención del cáncer de mama. Pero la tecnología no es nada sin un personal altamente cualificado capaz de usarla a su favor, y en este sentido el centro sanitario privado lucense también cuenta con un importante puntal: la radióloga especializada en mama Lucía Graña. La combinación de tecnología y superespecialización permite detectar un mayor número de casos en estadios tempranos, que es clave para mejorar el pronóstico en esta patología.
Tecnología puntera
«Con los mamógrafos convencionales se obtiene una imagen en dos dimensiones, mientras que la tomosíntesis o mamografía 3D permite evaluar el tejido mamario en cortes milimétricos, lo que facilita detectar lesiones que quedarían ocultas en una mamografía digital», asegura la doctora Graña, quien añade que el hecho de contar con un radiólogo especialista es otro valor añadido para las pacientes. La tomosíntesis supone una evolución en la mamografía digital. Esta técnica posibilita obtener múltiples planos paralelos al detector (con un grosor de un milímetro), evitando con ello la superposición de estructuras y permitiendo una mayor detección y mejor caracterización de las lesiones mamarias.
Cuando el resultado establece la conveniencia de biopsiar, la doctora Graña es un referente en la realización de biopsias mínimamente invasivas mediante dispositivos de biopsia asistida por vacío, que evitan intervenciones quirúrgicas innecesarias, como ocurre en casos en los que se precisa más material histológico para el patólogo. Ribera Polusa trabaja en acto único, es decir, todas las exploraciones para llegar a un diagnóstico, incluida la biopsia, se realizan en el mismo día. El patólogo de Ribera Polusa también es especialista en mama y elabora su informe en apenas cuatro días.
Alianza con el International Breast Cancer Center
La doctora Julia Camps, jefa corporativa del Área de la Mama del grupo Ribera, pone en valor la proximidad y las consiguientes ventajas de contar con una tecnología y unos profesionales tan especializados para las pacientes del área de Lugo. «Las pacientes ya no tiene que ir a buscar un diagnóstico certero, intervenirse o realizar procedimientos fuera del área», subraya. Además, recuerda que la integración de Ribera Polusa en el Área de la Mama de Ribera ha permitido «unificar los protocolos clínico-quirúrgicos y estandarizar los diagnósticos y los tratamientos de manera que cualquiera de nuestras pacientes tenga acceso a la última tecnología diagnóstica y a los ensayos clínicos más actuales«. Esto es posible gracias a la alianza estratégica con el International Breast Cancer Center (IBCC).
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