Es muy frecuente que algunos usuarios/pacientes, en las primeras sesiones de la consulta de nutrición y dietética (clínica o deportiva) nos pregunten por el suplemento de moda para adelgazar, muscular, etc., o por el protocolo dietético al alza en instagram que nos hará «inmortales».
Si bien es cierto que determinados suplementos nutricionales (o ayudas ergonutricionales) como por ejemplo la creatina, aminoácidos ramificados, las bebidas isotónicas, etc. o algunos protocolos dietéticos como el ayuno intermitente, la periodización de carbohidratos, etc. pueden ayudarnos mucho en función de la etapa y el progreso del usuario, no podemos perder de vista que la mayoría de personas no se suelen encontrar en fases tan avanzadas como para que estos protocolos les sean necesarios.
Al contrario, no es poco frecuente encontrarnos a deportistas con importantes taras a nivel de base dietética, que por ejemplo consumen demasiados ultraprocesados o que llevan al extremo algún protocolo dietético avanzado que probablemente le acarree bastantes más perjuicios que beneficios, y ya no solo nos referimos al rendimiento, sino a la salud.
Por eso el deportista, ya sea amateur o de élite, debe tener claro el orden de ascenso a la pirámide de la nutrición deportiva:
1º) Una adecuada ingesta energética ajustada a sus objetivos, deporte, fase de la temporada, etc.
2º) Un correcto balance de macronutrientes (proteínas, grasas e hidratos de carbono), así como una ingesta suficiente de micronutrientes (vitaminas y minares) todo ello a través de la dieta.
Estos 2 primeros factores son los más influyentes tanto a nivel rendimiento como a nivel de salud.
3º) Protocolos dietéticos más individualizados y avanzados, como por ejemplo pautas de ayuno intermitente, ciclado de determinadas ingestas, etc.
4º) Por último tenemos los suplementos, que son los que cuando estamos en un nivel muy avanzado, y mínimos progresos del rendimiento pueden suponer ganar o quedar segundo, nos van a ser útiles. Este beneficio (que es mínimo) solo se presenta cuando el entrenamiento y la dieta son óptimos.
Así que recuerda empezar la pirámide de la nutrición deportiva por el lado correcto.