Me voy a permitir, dado el carácter divulgativo de este blog, intentar darle un toque entre divertido e irónico a los temas de los que me toque en suerte que escribir.
Creo que la seriedad científica no esta reñida con el sentido del humor y la diversión, y en casos como estos blogs, pueden ayudar a que las personas que no pertenecen al ámbito sanitario se sientan más cómodas en su lectura.
Dicho lo anterior, vamos a lo que vamos:
Resulta curioso que, siendo los hospitales el sitio dónde muchos pacientes van a curarse de infecciones que se inician fuera de los mismos, sea también un sitio dónde se corre un riesgo importante de iniciar otra infección.
En los hospitales nos encontramos con pacientes que vienen de la calle con su “bichito” (microorganismos de diversos tipos) a cuestas. Les tratamos con los antibióticos correspondientes, les curamos (generalmente no del todo, lo habitual es que los mandemos a casa a terminar de curarse) y se van a casa.
Pero, ¡ay!, algunos de estos “bichitos” deciden que el hospital es un sitio estupendo para quedarse a vivir. Tienen una temperatura adecuada, pacientes disponibles para ir pasando de uno a otro, etc…
Claro, nosotros no nos quedamos de brazos cruzados: antibióticos, más antibióticos, etc.… y ya sabemos lo que decía John Wayne (¿o era Chuck Norris?): lo que no te mata te hace más fuerte. Y con los microorganismos pasa eso. Se hacen resistentes a los antibióticos.
Y problema: cuando un paciente, que normalmente ya ingresa en el hospital en un estado de salud más o menos frágil, es atacado por un bicho de estos, resistente a varios antibióticos, su salud puede verse seriamente comprometida. De ahí que se intente, en la medida de lo posible, ajustar la estancia en los hospitales al periodo que precisa el enfermo, y no prolongar inútilmente la misma.
Afortunadamente, en nuestro centro, las infecciones nosocomiales no son frecuentes, y nunca hemos rebasado los limites de alerta de nuestros indicadores de calidad. Así que parece ser que tenemos a nuestros enemigos internos, más menos controlados.
Ojala sigamos así. Haremos todo lo posible.
Domingo Menchón
Servicio de Medicina Interna