12 septiembre 2017.- Hoy 12 de septiembre, se celebra el Día Internacional de Acción contra la Migraña: un tipo de dolor de cabeza, que afecta a casi el 15% de la población adulta y que suele provocar una intensa discapacidad funcional. Aunque surgen a cualquier edad, suelen comenzar y ser más intensas durante la adolescencia. Y especialmente afectan a las mujeres, que son tres veces más propensas a tener migrañas que los hombres.
Existe una predisposición genética que presentan determinadas personas y que tiene en gran medida carácter hereditario. De hecho, según el Neurólogo del Hospital de Molina, Dr. José Flores Ruiz, el 80% de los migrañosos tienen antecedentes familiares: “Aunque se desconoce la causa exacta que provoca las migrañas, sí se sabe que hay una a serie de factores desencadenantes. Los más comunes son los cambios hormonales en las mujeres, determinados alimentos, el estrés, los cambios en el patrón de sueño-vigilia, el esfuerzo físico, los cambios en el ambiente y determinados medicamentos”.
Hay diferentes tipos de migraña: aquéllos donde solo aparece dolor de cabeza como síntoma principal; y otros, en los que además, se asocian síntomas visuales, alteraciones sensitivas e incluso pérdida de la capacidad de hablar: “Lo más característico es la aparición de lo que se llama aura visual, con la aparición en el campo visual de luces, colores o sombras que lo alteran parcial o totalmente”, explica el responsable del Servicio de Neurología del Hospital de Molina.
El Dr. José Flores Ruiz asegura que las migrañas se pueden prevenir “con diferentes medicamentos y técnicas médicas muy útiles. Disponemos de casi diez medicamentos útiles para prevenir la migraña y se utilizan unos u otros en función de la edad y las características de los pacientes. Además, tenemos otros tratamientos eficaces, entre los que destaca la utilización de la famosa toxina botulínica, inyectada pericranealmente. Se considera oportuno tratar a todos los pacientes que presentan dos o más ataques de migraña al mes, para mejorar su calidad de vida”.
Además de estos tratamientos médicos, el Neurólogo del Hospital de Molina insiste en la importancia de modificar el estilo de vida: “Los pacientes con migraña deben mantener en lo posible regularidad en los ritmos biológicos: deben comer a sus horas, dormir horas suficientes y mantener un horario regular de sueño vigilia; deben controlar el estrés si es posible y hace ejercicio físico aeróbico y no demasiado intenso; algunas personas son sensibles a determinados alimentos (quesos curados, ahumados, chocolate, etc.) y deben evitarlos si les han desencadenado migrañas. En cuanto a la cafeína, hay que tener en cuenta que no solo desencadena migrañas, sino que mejora la actividad de los medicamentos y colabora a disminuir la duración de las mismas”.
Aunque las migrañas raramente suponen un riesgo grave para la salud, sí que suponen una gran reducción de la calidad de vida: “Muchas personas no acuden a su médico porque siempre les ha dolido la cabeza y no les llama demasiado la atención. Pero deben tener en cuenta que, aunque no podemos curarla definitivamente, sí que podemos disminuir de manera significativa el número y la intensidad de los ataques”, asegura el Dr. Flores Ruiz.
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