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Condromalacia rotuliana

La condromalacia es una afección en la cual el cartílago de la superficie articular de la rótula se deteriora y se ablanda. Esta condición es común en atletas más jóvenes, pero también puede ocurrir en adultos mayores con artritis en la rodilla.

A menudo aparece como lesiones por desgaste deportivo, como correr, y algunas veces mejora al suspender el entrenamiento por unos días. En otros casos, es causada por la desalineación de la rodilla y el reposo no provoca alivio. Aunque la condromalacia se caracteriza por dolor en la cara anterior de la rodilla y una sensación de chirrido, muchas personas que la padecen nunca reciben tratamiento médico.

Causas de la condromalacia rotuliana:

La rótula normalmente se coloca encima de la articulación de la rodilla. Cuando la rodilla está doblada, el movimiento hace que la parte posterior de la rótula se deslice sobre el fémur. Los tendones y ligamentos mantienen la rótula centrada sobre el fémur. Cuando cualquiera de estos componentes no se mueve correctamente, causa la fricción de la rótula contra el hueso, lo que produce un deterioro del cartílago provocando la condromalacia.

El movimiento incorrecto de la rótula puede producirse por:

Desalineación debido a malformación congénita;
Debilidad de los isquiotibiales y los cuádriceps (los músculos del frente y la parte posterior de los muslos);
Desequilibrio muscular
Estrés repetido en las articulaciones de la rodilla, como correr, esquiar o saltar;
Golpe o trauma directo en la rótula.
Principales factores de riesgo:

Edad: los adolescentes y los adultos jóvenes tienen un mayor riesgo de padecer esta afección. Durante el crecimiento, los músculos y los huesos se desarrollan rápidamente, lo que puede contribuir a desequilibrios musculares a corto plazo.
Sexo: las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar condromalacia porque generalmente tienen menos masa muscular que los hombres. Esto puede causar un posicionamiento anormal de la rodilla, así como una presión lateral superior en la rótula.
Pies planos: los pies planos pueden ejercer más presión sobre las articulaciones de la rodilla que los pies con un buen arco.
Lesiones previas: la luxación, puede aumentar el riesgo de desarrollar condromalacia.
Tasa de actividad importante: si tiene una tasa de actividad alta o hace mucho ejercicio físico que ejerce presión sobre las rótulas, esto puede aumentar el riesgo de problemas en la rodilla.
Artritis: la condromalacia también puede ser un síntoma de artritis, una afección causada por la inflamación de la articulación y los tejidos. La inflamación puede evitar que la rótula funcione correctamente.

Síntomas de la condromalacia rotuliana:


La condromalacia usualmente se presenta con dolor en el área de la rodilla, conocido como dolor patelofemoral. Puede sentir un crujido al doblar o extender la rodilla. El dolor puede empeorar cuando te sientas durante largos períodos de tiempo o durante actividades que ejercen presión sobre las rodillas, como estar de pie durante un largo período de tiempo o hacer ejercicio o subir y bajar escaleras. El dolor en ocasiones también se refiere al hueco popliteo o corva.

Diagnóstico:

Su médico examinará su rodilla en busca de cualquier área de hinchazón o sensibilidad. Además, examinará la alineación de su rótula con su fémur. La desalineación puede ser un indicador de condromalacia. Su médico también puede aplicar presión de resistencia sobre la rótula en extensión para determinar la sensibilidad y la gravedad.

A partir de entonces, su médico puede requerir una de las siguientes pruebas para ayudar con el diagnóstico y la evaluación:

Radiografía: para ver cualquier lesión ósea o signos de desalineación o artritis.
Imágenes de resonancia magnética (MRI): para ver el desgaste del cartílago;
Examen artroscópico: procedimiento mínimamente invasivo que implica el uso de un endoscopio y una cámara insertada en la articulación de la rodilla.

Clasificación

Hay cuatro grados, de I a IV, para clasificar la gravedad de la condromalacia. El Grado I es el menos grave, mientras que el Grado IV indica la mayor gravedad.

Grado I: indica reblandecimiento del cartílago rotuliano
Grado II: se refiere al reblandecimiento del cartílago rugosidad en la superficie articular. Esto generalmente indica el inicio de la erosión tisular.
Grado III: muestra adelgazamiento del cartílago con daño tisular activo.
Grado IV: el más grave, indica exposición ósea y una cantidad significativa de daño al cartílago. La exposición del hueso significa la posibilidad de fricción de hueso a hueso en la rodilla.

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es reducir la presión sobre la rótula y la articulación. El descanso, la estabilización y la aplicación de hielo en la articulación serán la primera intención del tratamiento. El daño en el cartílago que causa la condromalacia a menudo puede resolverse por sí solo gracias al descanso.

Su médico puede recetarle tratamiento antiinflamatorio durante varias semanas (como el ibuprofeno) para reducir la inflamación alrededor de la articulación. Si el edema, la sensibilidad y el dolor persisten, se pueden explorar las siguientes opciones de tratamiento:

La fisioterapia se centra en fortalecer los cuádriceps, los isquiotibiales, los aductores y los abductores para mejorar la fuerza y ​​el equilibrio muscular. El equilibrio muscular ayudará a prevenir la desalineación de la rodilla.

En general, se recomiendan ejercicios de descarga, como nadar o hacer bicicleta. Además, se pueden usar ejercicios isométricos que involucran tensión muscular y relajación para mantener la masa muscular.

Las infiltraciones de ácido hialurónico o plasma rico en plaquetas pueden ser eficaces en esta patología.

La cirugía artroscópica puede ser necesaria para examinar la articulación y determinar si hay desalineación de la rodilla. Esta intervención implica la inserción de una cámara en la articulación mediante una microincisión. Una de estas intervenciones comunes es la liberación lateral. Esto implica cortar los ligamentos laterales para aliviar la tensión y permitir más movimiento.

Otras soluciones quirúrgicas pueden implicar suavizar la parte posterior de la rótula, implantar un injerto de cartílago, mover la inserción del músculo del muslo.

Prevención

Puede ayudar a reducir el riesgo de condromalacia siguiendo estas recomendaciones:

Evite el estrés repetido en las rótulas. Use rodilleras si pasa mucho tiempo de rodillas.
Crea un equilibrio muscular fortaleciendo los cuádriceps y los isquiotibiales, así como tus abductores y aductores.
Use plantillas que corrigen los pies planos aumentando el arco. Esto disminuirá la presión en las rodillas y puede realinear la rótula.
Mantener un peso saludable puede ayudar a aliviar la presión sobre las rodillas y otras articulaciones.