La esperanza de vida es cada vez mayor, por lo que la población formada por personas mayores ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. Esto está provocando una gran revolución en las áreas de la salud y la sanidad. Con este aumento de la esperanza de vida, la salud bucodental en las personas de avanzada edad cobra especial relevancia.
Sin embargo, la odontogeriatría no ha cobrado la importancia que merece hasta la fecha. Es lógico que las personas de avanzada edad cuenten con afecciones y enfermedades propias del desgaste producido en sus dientes y tejidos con el paso de los años, pero no por ello no debemos prestar atención a estos problemas, hoy día existen amplias posibilidades que ofrecen soluciones efectivas para no perder calidad de vida.
En la actualidad, las personas mayores gozan de una vida social mucho más activa que antaño y eso deriva en una mayor preocupación por su salud bucodental entre otras cosas, ya no solo por lo ligado a lo funcional sino también por lo estético.
El tratamiento más habitual entre los mayores es el reemplazo de las piezas dentales que se pierden con el paso del tiempo con prótesis dento, muco o implanto soportadas. Si no se realiza un tratamiento a tiempo puede producirse el desplazamiento del resto de piezas dentales, lo que afectará negativamente a la mordida, así como al riesgo de padecer enfermedades periodontales o infecciosas como la caries.
No obstante, los grandes avances producidos en el mundo de la odontología permiten tratar estas afecciones mediante numerosos métodos como las prótesis parciales o totales, fijas o removibles, etc.
Por otro lado, los pacientes deben conocer que estos tratamientos para la pérdida de piezas dentales conllevan una serie de cuidados especiales. Por ejemplo: un insuficiente mantenimiento en una dentadura potiza puede implicar numerosas afecciones. Su odontólogo le aconsejará sobre los cuidados a llevar a cabo para cada caso.
Asimismo, algunos tratamientos asociados a enfermedades como la diabetes, enfermedades cardiacas o musculares, entre otras, pueden llegar a producir efectos secundarios en el paciente tales como xerostomía o sequedad bucal, que simplemente con un adecuado control médico pueden ser fácilmente detectables y poner solución.
Igualmente, al haber reemplazado sus piezas dentales, las personas mayores no deben olvidar todo lo hecho a lo largo de su vida para cuidar de su salud bucal. El mantenimiento de una adecuada higiene bucodental y una alimentación sana y equilibrada contribuirán especialmente en su adecuada salud bucodental, así como las visitas regulares al dentista.