15 marzo 2017.- Irritabilidad, falta de concentración o cansancio. Así se sienten las personas que sufren insomnio, apnea del sueño o sonambulismo. Trastornos del sueño, que también afecta a los más pequeños de la casa.
Con motivo del Día Mundial del Sueño, que se celebra el próximo viernes 17 de marzo, el responsable de la Unidad de Neurofisiología del Hospital de Molina, Dr. Antonio Martínez Robledo, recuerda la importante repercusión que un adecuado hábito de sueño tiene en la actividad diurna, tanto en adultos como, sobre todo, en niños, cuya conducta puede verse alterada si el reposo nocturno no ha sido todo lo reparador que se necesita: “Para ello, resulta de especial interés detectar cuanto antes conductas atípicas en los pacientes de menor edad, tales como irritabilidad, conducta hiperactiva y dificultad para mantener la concentración, e incluso, bajo rendimiento escolar, que pueden ser signos de alerta ante los cuales es de vital importancia realizar un diagnóstico preciso, y lo más precoz posible para poder corregirlas”, afirma.
Martínez Robledo destaca la importancia de realizar un estudio personalizado del sueño a adultos y a niños, con el fin de tratar el sonambulismo, ronquidos y otras alteraciones del sueño.
Bajo el lema “Dormir profundamente, Nutre la vida”, el Día Mundial del Sueño recuerda que las personas con un sueño profundo y sin interrupciones experimentan tasas más bajas de hipertensión arterial, diabetes, obesidad y otras enfermedades crónicas (www.worldsleepday.org).
Establecer un horario, evitar bebidas como el café o el té, no tomar cenas copiosas y realizar ejercicio físico son hábitos que pueden ayudar a conciliar el sueño y mejorar la salud.
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