Con las clases finalizadas y todo nuestro alumnado disfrutando de su merecido descanso, en la Escuela de Povisa queremos recordar el importante papel que tienen nuestros estudiantes como profesionales sanitarios en ciernes a la hora de fomentar el autocuidado incluso en los meses de vacaciones. Con el objetivo de repasar las principales precauciones para cuidar la piel antes, durante y después de la exposición al sol, compartimos cinco sabios consejos del doctor Álvaro León, jefe de Dermatología de Ribera Povisa.
1. Protegernos del sol aunque no vayamos a la playa
Pese a que una exposición al sol moderada y controlada puede reportarnos beneficios, el Dr. León avisa de que en exceso tiene efectos a corto y largo plazo, que abarcan desde quemaduras a la aparición de manchas y arrugas, pasando por los temidos melanomas. “Tenemos que concienciarnos todos de que exponernos al sol no sólo implica ir a la playa”, explica el jefe de dermatología de Ribera Povisa, quien también apunta que “siempre que vamos a estar expuestos al sol deberíamos tomar las medidas pertinentes para evitar su daño”. Protegerse de la radiación ultravioleta es clave para realizar deportes, ir de paseo o tomar algo en una terraza, incluso en los días nublados o de lluvia.
2. Evitar las horas centrales
“En general, debemos evitar la exposición solar entre las 12:00 p.m. y las 17:00”, apunta Álvaro León. Sea la hora que sea, es recomendable usar siempre un protector solar para la cara y el cuerpo, idealmente, de factor 50. “Hoy en día disponemos de un montón de presentaciones de fotoprotector que se adaptan a nuestro tipo de piel, ha mejorado muchísimo en los últimos años, con lo cual ya no es una escusa el no ponernos protector porque nos ‘pringa’ mucho o porque nos vemos mal con él puesto”, añade León.
3. Usar protectores específicos para pieles delicadas
Las pieles con condiciones especiales como son el acné o la dermatitis, cuentan con soluciones especialmente pensadas para sus necesidades, y deben protegerse con cremas solares de factor 50. En el caso de los niños, es recomendable que no se les exponga directamente al sol antes de los 3 años y que sólo se les ponga crema una vez cumplidos los 6 meses, a partir de esa edad, la protección más indicada es aquella pensada para pieles sensibles.
4. Echar mano de complementos
Gafas de sol, gorros, sombrillas, pañoletas… Hacer uso de este tipo de elementos, combinados siempre con un bloqueador solar adecuado, nos ayudará, según el Dr. Álvaro León a “tener una fotoprotección completa”.
5. Revisar las quemaduras
Ante una quemadura lo primero que se debe hacer es revisar su extensión y gravedad. Es importante tener en cuenta que si detectamos que se forman ampollas, estaremos ante una quemadura de segundo grado, por lo que se tendrá que echar agua fría para bajar la temperatura en la zona e inmediatamente acudir al médico, bien sea en Atención Primaria o en Urgencias. En los casos más leves y localizados, aparte de aplicar frío, se puede recurrir a cremas que calmen y disminuyan la sensación de quemazón. Además, es recomendable que se beban abundantes líquidos y que se vigile la evolución de las lesiones y del estado de la persona afectada. Por otra parte, el jefe de Dermatología de Ribera Povisa hace un llamamiento a “evitar los remedios caseros para aplicar en quemaduras que a veces lo único que hacen es empeorar su estado”.