Llegan las últimas semanas del año y, mientras muchos están pensando en las vacaciones de Navidad, miles de estudiantes universitarios y de Bachillerato viven días de especial intensidad. A mediados de diciembre, la preparación de los exámenes de evaluación en Bachiller o del primer cuatrimestre, así como pruebas de acceso a diferentes universidades comienzan a ocupar la mayor parte del tiempo de los jóvenes y, en algunos casos, aparecen los agobios y la ansiedad.
En esta entrada al blog de salud del grupo Ribera, el equipo de Psicología del hospital Ribera Juan Cardona nos da las claves para estudiar sin ansiedad los exámenes de diciembre y enero. Además, recuerda que estos nervios, usados adecuadamente, pueden incluso favorecer el rendimiento.
Por qué sentimos ansiedad cuando llegan los exámenes
El psicólogo Daniel Valencia insiste en la importancia de normalizar los nervios previos a un examen: “La ansiedad es una respuesta normal y adaptativa, que nos advierte de una posible amenaza o peligro y nos permite prepararnos”. Sin embargo, deja de ser funcional cuando aparece de forma brusca, es muy intensa o se mantiene en el tiempo sin un motivo claro. En el contexto académico, esta ansiedad excesiva puede provocar bloqueos mentales, lentitud en el procesamiento de la información y una disminución notable del rendimiento.
Entre las causas más habituales se encuentran:
- Pensamientos anticipatorios negativos, derivados de malas experiencias anteriores.
- Aprendizaje observacional, cuando el estudiante percibe en su entorno consecuencias negativas ante los malos resultados.
- Aprendizaje experiencial, si ha experimentado premios o reconocimiento cuando obtiene buenas notas y teme no repetir el éxito.
- Baja autoestima o inseguridad, que pueden generar la sensación de incapacidad o de no haber estudiado lo suficiente.
Cómo reconocer cuándo la ansiedad es excesiva
El estrés desproporcionado puede manifestarse a nivel fisiológico, motor y cognitivo. A continuación nombramos algunos de los síntomas más habituales.
- Síntomas fisiológicos: dificultad para respirar, palpitaciones, sudoración, manos frías, mareos, náuseas, diarrea, escalofríos, micción frecuente o sensación de ahogo.
- Síntomas motores: tartamudeo, temblor de voz, tics, intranquilidad, llanto inesperado o quedarse paralizado.
- Síntomas cognitivos: pensamientos catastrofistas, dificultad para concentrarse, problemas para organizarse o tomar decisiones.
“Cuando estos síntomas se experimentan con mucha intensidad y sin control, es conveniente acudir a un especialista”, recuerda Daniel Valencia. En consulta se pueden ofrecer herramientas concretas para gestionar estas emociones y evitar que interfieran en el estudio.
Recomendaciones para estudiar mejor en época de exámenes
El equipo de Psicología del hospital Ribera Juan Cardona propone una serie de pautas que pueden ayudar a mantener la ansiedad en niveles manejables y favorecer el rendimiento:
- Planificar el estudio de forma realista, objetiva y flexible.
- Incluir descansos regulares.
- Mantener rutinas de sueño de 7-8 horas.
- Seguir horarios de alimentación estables.
- Realizar actividad física, que favorece la concentración y el descanso.
- Evitar bebidas energéticas y exceso de cafeína.
- Cuidar la higiene postural para prevenir dolores musculares.
- Practicar respiración diafragmática y relajación muscular progresiva.
El día del examen: cómo reducir nervios y rendir al máximo
Además de la preparación previa, el propio día del examen es clave para controlar la ansiedad. Los psicólogos recomiendan:
- Llegar con tiempo y, si es posible, visitar el lugar del examen días antes.
- Evitar bebidas estimulantes y no beber demasiada agua previamente; es mejor llevar una botella y beber pequeños sorbos.
- Vestir ropa cómoda, conocida, y usar capas para adaptarse a la temperatura.
- Comer algo ligero que sepas que te sienta bien y llevar una pieza de fruta o frutos secos.
- Hablar con alguien positivo que aporte calma, evitando entornos ruidosos o muy nerviosos.
Un mensaje final: pedir ayuda está bien
La ansiedad en época de exámenes es común, pero no por eso debe restarse importancia si empieza a interferir con la vida diaria o el estudio. Los profesionales del hospital Ribera Juan Cardona recuerdan que existen estrategias y herramientas efectivas para gestionar estos síntomas y mejorar el bienestar y el rendimiento académico. Y por tanto, es aconsejable pedir consejo profesional si no se puede gestionar en algún momento este tipo de situaciones.
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