Trescientas mil personas mayores de 65 años se han vacunado en Galicia contra la gripe en las primeras cuatro semanas de una campaña que arrancó el pasado 14 de octubre y que se prolongará hasta el 27 de diciembre.
La gripe es una enfermedad infecciosa respiratoria causada por un virus, cuya máxima incidencia se produce en otoño e invierno. Se trata de un importante problema de salud pública y las epidemias están asociadas a una importante tasa de hospitalización y de mortalidad, así como a una considerable demanda de recursos en centros de salud.
De hecho, el año pasado se produjeron en España casi 800.000 casos de gripe, con 52.000 personas ingresadas. De ellos, 14.000 de estos tuvieron complicaciones graves y 3.000 requirieron ingreso en la UCI, según los datos del Ciber de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp) y el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). El pico de la temporada gripal 2018-2019 llegó en la segunda semana de enero, pero los expertos señalan que este año se adelantará a diciembre, basándose en lo que ya ha ocurrido en el hemisferio sur.
Además, el año pasado la epidemia se caracterizó por una circulación mixta de virus de la gripe B y A (H3N2) y una duración mayor de lo habitual, mientras que este año se prevé que sea más fuerte por la prevalencia de la gripe A (H3N2). Y es que el virus cambia cada año por lo que las vacunas se adaptan anualmente a los virus que, con mayor probabilidad, van a circular en cada temporada.
Por lo tanto, la vacunación es la medida más eficaz para prevenir tanto la enfermedad como posibles complicaciones en ciertos grupos de población considerados de alto riesgo y que pueden padecer complicaciones asociadas, ya que los antibióticos no son efectivos por tratarse de una enfermedad vírica. De hecho, su uso puede crear resistencia a estos fármacos.
La gripe, en cifras
En cifras, las vacunas reducen el riesgo de visitas médicas entre un 50 y un 70 por ciento, mientras que en mayores de 50 años recorta el riesgo de hospitalización en un 57 por ciento, una cifra que alcanza al 79 por ciento en personas con diabetes. Además, permite disminuir la transmisión del virus a otras personas.
En el caso concreto de Galicia, la cobertura de vacunación es más elevada en la población mayor de 75 años, con más del 50 por ciento, y desciende hasta el 31 por ciento en el caso de la franja entre los 65 y los 69 años. Tras cuatro semanas de campaña, la cobertura está en el 44 por ciento, todavía lejos del ambicioso objetivo fijado por el Ministerio de Sanidad del 65 por ciento en mayores de 65 y del 40 en profesionales sanitarios y mujeres embarazadas, para lo cual se distribuirán más de 8,2 millones de dosis en toda España.
¿Quién debe vacunarse?
Además de las personas mayores de 65 años, es aconsejable que se vacunen las personas con riesgo de complicaciones o que puedan transmitir el virus a personas con alto riesgo de presentar complicaciones.
Otras personas en las cuales se recomienda la vacunación son mujeres embarazadas en cualquier trimestre de gestación, niños y adolescentes entre seis meses y 18 años que reciben tratamientos prolongados de ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye.
Por primera vez, se incluyen los niños entre seis meses y dos años que hayan nacido de forma prematura, por debajo de las 32 semanas de gestación o personas con cualquier trastorno de la coagulación.
También se aconseja a personas con el sistema inmunitario debilitado o enfermedades crónicas o de cierta gravedad o residentes en instituciones cerradas (residencias de mayores, centros de atención a crónicos, cárceles…).
Como en cada campaña, asimismo, se recomienda la vacunación a trabajadores de centros sanitarios, servicios o establecimientos sanitarios, farmacias o estudiantes en prácticas y personal de emergencias o empleado en instituciones.
Se hace hincapié en los trabajadores expuestos directamente a aves domésticas o cerdos en las granjas o explotaciones avícolas o porcinas, y también aves silvestres con el objetivo de reducir la oportunidad de una infección concominante de virus humano y aviar o porcino, disminuyendo la posibilidad de recombinación o intercambio genético entre ambos virus.
¿Cuáles son las novedades de este año?
Entre las novedades más destacables de la actual campaña está el empleo de tres tipos diferentes de vacunas:
- Adyuvada, para personas de 65 o más años (Chiromas®)
- Tetravalente cultivada en líneas celulares, para mujeres embarazadas y otras personas de riesgo entre 15 y 64 años (Flucelvax Tetra®)
- Tetravalente para población infantil entre 6 meses y 14 años (Vaxigrip Tetra®). Los menores de 9 años pueden necesitar dos dosis.
¿Es segura la vacuna contra la gripe?
La vacuna contra la gripe se emplea desde hace más de 60 años y desde entonces se han administrado ya más de mil millones de dosis. Hasta un 17 por ciento de españoles no se vacuna contra la gripe por desconfianza, pero, frente a lo que se cree popularmente, se trata de una vacuna muy segura y que apenas tiene efectos secundarios. Está elaborada con virus inactivados por lo que no puede producir en ningún caso la gripe.
Por otra parte, los efectos adversos son poco frecuentes y cuando aparecen suelen ser leves, locales y de corta duración (dolor o enrojecimiento en la zona donde se aplicó la vacuna, fiebre, malestar, náuseas, dolor de cabeza o dolores musculares). Son, en todo caso, síntomas que desaparecen en 1-2 días sin necesidad de ningún tratamiento.
Tan sólo está contraindicada en menores de seis meses, personas con episodios previos de hipersensibilidad grave al huevo o a otros componentes de la vacuna (en el caso de las vacunas desarrolladas en huevos embrionados).
Si existe una enfermedad aguda con fiebre alta hay que esperar a que la fiebre pero no está contraindicada en caso de enfermedad leve (con o sin fiebre), de convalecencia de una enfermedad aguda infecciosa o no, de reacción (no anafiláctica), de lactancia materna ni de contacto con personas con factores de riesgo.
¿Cómo se previene la gripe?
Vacunarse es la medida principal para evitar la enfermedad y también hay otras recomendaciones para protegerse frente al virus, sobre todo de higiene (lavarse las manos es fundamental, incrementar la higiene en las superficies domésticas, taparse la boca y la nariz al toser o estornudar, no tocar los ojos, nariz y boca ya que son posibles vías de contagio y usar pañuelos desechables).
Una persona infectada con el virus debe evitar el contacto estrecho con otras personas, especialmente si presentan factores de riesgo.