- La directora de enfermería del hospital Ribera Povisa, Cristina Serra, destaca que uno de los grandes beneficios de este protocolo es “la seguridad y tranquilidad que se le da a la paciente en los días previos a la consulta”
- Para minimizar la exposición a químicos durante la atención se ajustan las labores de limpieza de materiales e instalaciones y se cuida que el personal asistencial no utilicen productos cosméticos que puedan afectar al paciente
Ribera Povisa, el hospital del grupo sanitario Ribera en Vigo, ha activado el protocolo para pacientes con sensibilidad química múltiple (SQM) para realizar una prueba de diagnóstico por imagen PET-TAC con la intención de prevenir daños derivados de la exposición a productos desencadenantes de la sintomatología durante la atención en las instalaciones hospitalarias.
El especialista en medicina nuclear de Ribera Povisa, Ceferino Gutiérrez Mendiguchia, estuvo en contacto constante con la paciente resolviendo sus dudas e instruyendo al personal del área. “Se cuidó especialmente la limpieza de la sala y el PET-TAC en la jornada previa para que todo quedase dispuesto para la atención a esta paciente que se realizó a primera hora de la mañana. Los profesionales que la atendieron utilizaron guantes de vinilo en lugar de látex y cuidaron que utilizase zonas independientes antes y después de la sesión”, explica el Dr. Gutiérrez. “Todo el proceso duró sobre una hora y 40 minutos, que es el tiempo estándar en este procedimiento para todos los pacientes”.
El protocolo para pacientes con sensibilidad química múltiple se inicia en el momento en el que se pide la cita ya que el servicio prioriza esta solicitud para que sea atendida en el centro correspondiente en las primeras horas de la mañana o de la tarde, cuando hay menos afluencia de gente, con lo que se minimiza la exposición e interacción del paciente en salas comunes de espera
Por su parte, el personal sanitario que atienda al afectado revisa el proceso de limpieza y esterilización tanto personal como de materiales y zonas de atención, para los que se utilizan productos específicos más tolerables para una persona con SQM. Además, los profesionales asistenciales cuidan al máximo sus medidas de higiene personal y en esa jornada no utilizan ningún producto cosmético o perfume.
La directora de enfermería del hospital Ribera Povisa, Cristina Serra, destaca que uno de los grandes beneficios de este protocolo es “la seguridad y tranquilidad que se le da a la paciente que en los días previos a la cita pudo hablar con personal cualificado que respondió a todas sus preguntas e inquietudes sobre el procedimiento. De esta manera se reduce la carga de estrés que ya de por sí suponen este tipo de pruebas a los pacientes”. “Estamos todos muy satisfechos porque, en colaboración con la asociación SQM, hemos dado un paso más para mejorar el trato a los pacientes con esta afección. Todo funcionó perfectamente y nuestro siguiente reto es tener un registro informático para poder activar el protocolo de manera proactiva sin que tengan que ser los pacientes quienes nos lo soliciten”.
Sintomatología amplia y heterogénea
La sensibilidad química múltiple es un trastorno adquirido y crónico que se caracteriza por la pérdida progresiva de la tolerancia a productos químicos y aparición de síntomas en respuesta a exposiciones en concentraciones que no se consideran tóxicas para la población general. Su sintomatología es muy amplia y heterogénea tanto en intensidad como en curso evolutivo.
El desconocimiento de sus causas mantiene la dificultad de desarrollar tratamientos, sin embargo, se sabe que es necesario reducir la exposición a sustancias químicas desencadenantes, por los efectos que producen en estas personas.
Los agentes causantes van desde elementos ambientales, como las pinturas y el humo, pasando por plaguicidas y disolventes, detergentes, productos de limpieza, perfumes y fragancias, hasta el calor, alimentos, aditivos alimentarios, medicamentos, productos químicos como gases irritantes, hidrocarburos y otros. Los tipos de sustancias desencadenantes y los efectos que producen en las personas son muy variables, por lo que es imprescindible realizar una valoración y planificación individualizada en cada caso.
Los estudios más recientes estiman una prevalencia entre el 0,2% y el 4%, con un claro predominio de mujeres entre las personas afectadas.
La asociación SQM es una asociación sin ánimo de lucro, fundada en 2017, con la misión fundamental de defender los derechos de las personas con SQM, EHS y otras enfermedades ambientales y los de sus familiares y/o cuidadores.
