El Hospital Ribera Povisa cuenta con un servicio de Urgencias Pediátricas 24 horas y una unidad de atención especializada y multidisciplinar para los más pequeños.
Con el cambio de estación cambia también la incidencia de ciertas enfermedades. La doctora María José Domínguez, responsable del servicio de Pediatría del Hospital Ribera Povisa nos explica cuáles son las patologías más habituales en la primavera: “En estos meses son más frecuentes las enfermedades exantemáticas, aquellas en las que aparecen lesiones cutáneas, como la enfermedad boca-mano-pie, el eritema infeccioso (conocido como la enfermedad de la bofetada), e incluso la varicela. Además de las gastroenteritis, faringo-amigdalitis víricas o bacterianas y todas las que tienen alguna base alérgica, rinitis o conjuntivitis, por ejemplo”
“Los cambios bruscos de temperatura disminuyen las defensas y los virus y gérmenes que se desarrollan en estos meses aprovechan la situación para posibilitar infecciones, sobre todo del sistema respiratorio”, explica la doctora Domínguez.
Los estornudos, la congestión y la secreción nasal son síntomas muy habituales estos meses y se asocian al resfriado, pero también a la rinitis alérgica. “La existencia de antecedentes familiares nos puede poner en guardia para sospechar que el niño tiene alergia”, apunta la pediatra de Ribera Povisa. “Al igual que un proceso como la dermatitis atópica que se asocia con frecuencia a asma, rinitis y alergia alimentaria. Luego, dependiendo del tipo de alergia que presente el niño las manifestaciones clínicas serán diferentes. En la rinitis o rinoconjuntivitis alérgica, son más habituales los estornudos en salvas, secreción y picor nasal, lagrimeo y picor ocular. Si la alergia respiratoria se centra en los bronquios, aparecerán tos persistente, dificultad respiratoria y “pitidos” en el pecho”, apunta la doctora Domínguez. Ante la aparición de estos síntomas es aconsejable acudir al pediatra.
Recomendaciones
Y, ¿cómo proteger a los más pequeños en estos meses? “Con una alimentación equilibrada y saludable que aporte fibra, vitaminas, hierro y otros minerales, además de ácidos grasos omega 3; una dieta que incluya frutas y verduras, leche, huevos, carne y pescado, sobre todo pescado azul, y evitar los alimentos ultraprocesados”, recomienda la doctora Domínguez.
Además, es importante estar al día de todas las vacunas ya que su efectividad es evidente. Este año, diversos estudios han puesto de manifiesto la efectividad de la inmunización frente al Virus Respiratorio Sincitial (VRS), el principal responsable de la bronquiolitis en lactantes. “No es una vacuna propiamente dicha, si no un anticuerpo monoclonal que ha demostrado cerca de un 85% de eficacia en la reducción de hospitalizaciones por bronquiolitis”, concluye.