El Día Internacional del Implante Coclear se celebró por primera vez el 25 de febrero de 2009 para conmemorar la colocación del primer implante coclear y desde entonces distintas asociaciones comenzaron a difundir este avance tecnológico en el ámbito de la audición. En concreto, la fecha se conmemora en más de 60 países con actividades y eventos de todo tipo.
Este sábado, 25 de febrero, se cumplen 66 años desde que los médicos André Djourno y Charles Eyries insertaron por primera vez un hilo de cobre dentro de la cóclea a un paciente de 50 años de edad. Era el año 1957 y fue el primer implante coclear en el mundo. Y hubo que esperar hasta mediados de la década de los 80 para que se aprobase la comercialización de los primeros dispositivos de implantes cocleares.
El implante coclear (I.C.) es un dispositivo que puede ayudar a una persona con pérdida auditiva a percibir el sonido, se pueden utilizar en uno o ambos oídos y para su colocación se requiere de una intervención quirúrgica.
Una parte del dispositivo se coloca dentro del oído interno y otra parte se sitúa en la parte exterior de la cabeza detrás de la oreja. El implante coclear, a través de su electrodo, estimula directamente el nervio auditivo por lo que evita cualquier daño que pueda haber en el caracol o cóclea.
La parte del implante coclear que se lleva en la parte exterior de la cabeza tiene un micrófono que capta el sonido, que se envía a un procesador que se parece a un audífono y que se coloca detrás de la oreja. El procesador convierte el sonido en una señal digital que va desde el procesador al transmisor (en la parte exterior de la cabeza) y de éste al receptor que está debajo de la piel. El receptor envía la señal eléctrica a los electrodos colocados en el oído interno o cóclea y estos, a su vez, activan el nervio auditivo y permiten que el cerebro perciba los sonidos del entorno.
Los implantes por sí solos no son suficientes. La persona implantada debe aprender a interpretar lo que está escuchando, es decir, requiere de un entrenamiento para desarrollar habilidades auditivas que le permitan escuchar, entender, comunicarse y relacionarse. Por este motivo, el uso de tecnología auditiva avanzada junto con la intervención fonoaudiológica temprana logran que los niños con pérdida auditiva desarrollen habilidades auditivas y del lenguaje hablado con más facilidad.
Roberto Valdés
Jefe de servicio de Otorrinolaringología de Ribera Povisa
