El 19 de Diciembre de 1899 se realizó la primera curación documentada de cáncer con Radioterapia. Desde entonces, se ha recorrido un largo camino hasta convertir la Oncología Radioterápica en un pilar imprescindible en el tratamiento del cáncer.
En la actualidad, un 70% de los pacientes diagnosticados de cáncer son tratados con radioterapia en algún momento de su enfermedad.
La oncología radioterápica es una modalidad terapéutica que utiliza radiaciones ionizantes, solas o en combinación con otras terapias, como cirugía o quimioterapia.
Los tratamientos que se llevan a cabo pueden ser radicales, cuando la finalidad es curar al paciente o paliativos, en los que la intención del tratamiento es aliviar algún síntoma con el objetivo de mejorar su calidad de vida, como pueden ser metástasis óseas, cerebrales o tratamientos hemostáticos. Estos últimos constituyen un porcentaje
importante de la asistencia clínica diaria.
La incorporación del nuevo acelerador lineal abre la puerta a la implantación de tratamientos más avanzados, lo que aporta mayor rapidez, precisión y seguridad.
Estos equipos permiten administrar dosis muy altas de irradiación en muy poco tiempo, reduciendo el tiempo de cada sesión de radioterapia y el número de sesiones que recibe el paciente.
Además, podemos controlar y adaptar el tratamiento a la forma del tumor y minimizar la dosis de radiación que recibe el tejido sano circundante, lo que permite realizar tratamientos más complejos aumentando el control local y disminuyendo los efectos secundarios.