“Solo se encuentra lo que se busca y solo se busca lo que se sabe” es un dicho popular entre los radiólogos. Y siguiendo esa consigna, el equipo de Radiología de Povisa ha diseñado una eficaz técnica para la detección de espinas de pescado, que ha sido premiada en el último congreso dela Sociedad Española de Radiología Médica. Concepción Martínez, del equipo de Radiodiagnóstico de Povisa, explica este procedimiento con el que se consiguen evitar complicaciones ocasionadas por la perforación del intestino por espinas de pescado. Entre sus ventajas, conseguir localizar el lugar específico y decidir cuál debe ser el tratamiento (endoscopia o cirugía) con mayor rapidez.
¿En qué consiste el sistema de detección de espinas de pescado en la pared gastrointestinal desarrollado por el equipo de Radiodiagnóstico de Povisa?
Detectar espinas de pescado en el abdomen es algo realmente difícil. Debemos tener en cuenta que la TC nos “corta en lonchas” (vulgarmente hablando, como si se tratase de un salchichón) y, a veces, las espinas son muy finas y, en las rodajas del abdomen que nosotros vemos, esa espina se ve como un diminuto punto blanco de un tamaño menor al de una cabeza de alfiler. Es por esa razón que esa imagen puede ser fácilmente pasada por alto en los centenares de imágenes que componen una TC. Complicando más esta dificultad visual, ocurre que, a diferencia de cuando tragamos una espina y se nos clava en la garganta y enseguida nos damos cuenta, tragarse una espina que “pasa para abajo” es muy común, a todos nos pasa y casi nunca ocurre nada. Pero existen excepciones porque esta espina puede clavarse en la pared del intestino y perforarlo y eso, además, puede ocurrir varios días después. La consecuencia es clara, el paciente no relaciona el dolor de barriga con haberse tragado nada y no se lo dice al médico. Este, cuando explora al enfermo, piensa en otras enfermedades distintas y si el radiólogo no está alerta no se diagnosticará correctamente al paciente.
|
El equipo de Radiología de Povisa. |
Decimos en Radiología: “solo se encuentra lo que se busca y solo se busca lo que se sabe”. Nuestro único mérito consiste en habernos dado cuenta de que estas perforaciones son frecuentes y que debemos buscar esos “puntitos blancos” que nos indican que una espina ha perforado el intestino.
¿Por qué detectar espinas de pescado?
Ante cualquier estudio solicitado por dolor abdominal, los radiólogos de Povisa estamos concienciados en la búsqueda de espinas de pescado. En nuestra tierra comemos mucho pescado, Y a lo largo de estos años hemos recogido ya más de 50 casos de esta patología. De hecho, la hemos comunicado a la comunidad científica porque realmente nuestros colegas de todo el mundo creían que esto no existía o era absolutamente excepcional.
¿Cómo se confirma que en el abdomen hay una espina?
Las lesiones siempre se diagnostican trabajando y, lo que debemos hacer ante todo puntito blanco es sospechar que puede haber una espina de pescado y tratar de confirmar nuestra sospecha. Así que procedemos a reconstruir las imágenes en otros planos (axial, coronal, sagital y oblicuos). De esa forma conseguiremos ver la espina en toda su longitud y, cuando al fin lo logramos, podemos exclamar satisfechos: ¡Aquí está!
¿Qué beneficios reporta al paciente este sistema de reconstrucción de imágenes por escáner antes de entrar en quirófano?
La posibilidad de visualizar la espina de pescado en los tres ejes del espacio permite obtener un localización más exacta del lugar de la perforación, hecho que supone una gran ayuda para decidir cuál debe ser el tratamiento (endoscopia o cirugía). Además, con eso, ayudamos mucho a los cirujanos a la hora de planificar el tipo de intervención. Asimismo podemos detectar las posibles complicaciones asociadas como la infección (peritonitis o absceso).
¿Qué papel juega después en la recuperación de la persona afectada?
El hecho de diagnosticar de forma precoz una perforación intestinal permite un tratamiento rápido, evitando de esta forma la aparición de complicaciones, algunas temibles, como la peritonitis que implican un peor pronóstico por la alta tasa de mortalidad asociada. Implica asimismo una recuperación más rápida con menor tiempo de estancia hospitalaria, menos complicacionestanto presentes como futuras y, también muy importante, menor coste económico.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes que presenta el paciente para recurrir al TC?
Los casos detectados de perforación por espina de pescado en nuestro centro proceden en su mayoría del Servicio de Urgencias de Povisa donde el paciente acude mayoritariamente por dolor abdominal, en ocasiones acompañado de fiebre. Con esta sintomatología, la sospecha diagnóstica casi siempre es de otras enfermedades comunes (apendicitis, diverticulitis, etc.), pero nadie piensa en una espina perforando el intestino.
El médico ante la sospecha de otras enfermedades solicita una TC abdominal y si el radiólogo no dirige su atención a la posibilidad de una “espina traidora” puede retrasarse el diagnóstico correcto y aumentar el riesgo de complicaciones y empeorar el pronóstico del paciente.
¿En qué otros casos similares cobra especial importancia la apuesta de Povisa por la investigación para mejorar la calidad asistencial?
Investigar no es solo laboratorios sofisticados con material vanguardista y científicos despistados. Investigar es también estar centrados en nuestro trabajo y amar lo que hacemos. Si detectamos una patología que no está en la literatura científica nos ponemos en marcha. Analizamos los casos, describimos lo que vemos, lo cuantificamos y obtenemos unos resultados de frecuencia, diagnóstico, evolución etc. Las conclusiones son entonces publicadas para que todo el mundo conozca la enfermedad y, de esa forma, mejore el conocimiento y la salud de los pacientes. Este proceso, también es investigación.