Otitis y otras afecciones del oído en verano
- Otitis: la natación puede producir otitis externas (que pueden llegar a producir infecciones de la piel del conducto auditivo externo) y agudizaciones de otitis medias crónicas. Producen picor que acaba en dolor muy intenso y pérdida auditiva. Son procesos benignos reversibles pero muy molestos, pudiendo llegar a estropear las vacaciones del que las sufra. Debemos recordar que los niños son especialmente sensibles a las otitis.
- Barotraumas: una lesión frecuente producida por cambios en la presión del aire o del agua. Se debe a una descompresión brusca o intensa del oído medio, que puede dar lugar a alteraciones de la audición. En casos severos, se puede producir la rotura de la membrana timpánica, de los huesecillos del oído medio o daño del oído interno, apareciendo en estos casos acufenos, vértigo y pérdida auditiva irreversible.
- Ototubaritis: trastorno auditivo por la afectación de la trompa de Eustaquio que implica una mala ventilación del oído medio.
¿Cómo podemos evitar estas afecciones?
- No se debe bucear sin estar suficientemente entrenado, ya que se trata de una actividad de riesgo. Evitar que el conducto auditivo entre en contacto con el agua o no sumergirse demasiado, también ayuda a evitar la otitis.
- Las otitis externas son difícilmente prevenibles, pero en aquellas personas con cierta predisposición a ellas, se pueden utilizar sustancias de venta en farmacias que actúan como secantes de la piel del conducto auditivo y que deben aplicarse después de cada baño.
- Además, después de cada baño debemos secarnos suavemente los oídoscon una toalla o gasa.