- Es una tecnología mucho más precisa que permite emplear la máxima dosis para destruir las células tumorales, preservando al mismo tiempo la integridad de los tejidos sanos próximos
- Reduce los tiempos de tratamiento habituales a la mitad
Vigo, 15 de septiembre de 2021 – El hospital Ribera Povisa ha incorporado un acelerador lineal a su equipamiento de radioterapia valorado en 1,7 millones de euros. Se trata de un modelo de última generación, que abre la puerta a la implantación de los tratamientos de radioterapia más avanzados que existen en el mundo. Su tecnología, mucho más precisa, permite la máxima dosis para destruir las células tumorales, preservando la integridad de los tejidos sanos.
El nuevo acelerador reducirá también los tiempos de tratamiento, lo que supondrá un beneficio adicional para los pacientes, en su inmensa mayoría oncológicos. Así, mientras que una sesión normal de radioterapia externa podía durar hasta ahora 10 ó 15 minutos, el tiempo de irradiación con el nuevo acelerador se reduce a la mitad o incluso menos en la mayoría de los casos y en un entorno mucho más humanizado, con un vinilo en gran formato de un bosque decorando la sala donde se encuentra el equipo.
“Permitirá emplear técnicas como la intensidad modulada y realizar tratamientos hipofraccionados. Esto implica programar menos sesiones y dosis más altas cada día para que pueda haber una mayor rotación de pacientes, lo que redundará en una menor lista de espera”, subraya Luis Zugazabeitia, jefe de servicio de Oncología Radioterápica.
El servicio trata a unos 350 pacientes oncológicos al año y el acelerador tratará todo tipo de tumores, siendo los más frecuentes los de próstata, mama y recto. “Es un salto de calidad muy importante que permitirá tratar de forma muy individualizada a cada paciente, con un control exhaustivo para garantizar que irradiamos el volumen exacto y minimizar las dosis en los tejidos sanos”, indica Zugazabeitia.
El equipo llegó al hospital Ribera Povisa a mediados del mes de julio para su montaje, que se prolongó durante un mes tras recibir la autorización del Consejo de Seguridad Nuclear. “Previamente a que llegase el acelerador se tuvo que reformar la sala blindada de tratamiento, en los meses de marzo y abril, para adaptarse a las nuevas dimensiones del equipo”, explica Juan García, jefe del servicio de Radiofísica, que remarca que la inversión también incluye un equipamiento informático de última generación para la planificación de los tratamientos de radioterapia, en cuyo manejo óptimo se está formando el servicio.
Tras tres semanas de puesta a punto, el fabricante Elekta y el servicio de Radiofísica y Protección Radiológica se encuentran actualmente realizando las pruebas de aceptación para comprobar que todo funciona correctamente, incluyendo los haces de radiación. Se prevé que el nuevo acelerador esté plenamente operativo el próximo mes de noviembre.