El cáncer de mama es el más frecuente y el que mayor número de muertes causa a la población femenina en nuestro país, pero la estadística también tiene una versión positiva: España es el país europeo con mayor supervivencia por este proceso oncológico. Frente a él, la prevención es la mejor arma, como explica la ginecóloga Luz Marina Márquez.
El Observatorio del Cáncer, de la Asociación Española Contra el Cáncer, cifra en 35.312 nuevos cánceres de mama los diagnosticados en España durante el año 2023, lo que representa casi el 30% del total de los cánceres en mujeres.
La supervivencia a los cinco años es superior al 85%, y una de las razones que lo explican estaría en un sistema de cribado que alcanza al 100% de la población y una radiología mamaria de altísima calidad.
Tomosíntesis, mayor precisión
El hospital Ribera Polusa incorporó en marzo del 2022 un mamógrafo 3D con tomosíntesis que facilita una imagen muy detallada de la mama, lo que permite detectar lesiones que en otras mamografías podrían pasar desapercibidas.
La doctora Luz Marina Márquez, ginecóloga de este centro sanitario, destaca que con esta nueva tecnología se pueden «detectar un mayor número de casos de cáncer de mama y se dan menos falsos positivos. Permite hacer una reconstrucción tridimensional de la mama, eliminando el factor de densidad como artefacto en la visualización radiológica del tejido». Como ventajas adicionales, la paciente recibe una dosis menor de radiación y la prueba le resulta menos molesta.
Revisiones periódicas
Dada la importancia de la detección precoz para mejorar las tasas de supervivencia en casos de cáncer de mama, los especialistas recomiendan no descuidar las revisiones ginecológicas en las distintas etapas de la vida de la mujer.
«La primera visita al ginecólogo en mujeres sanas debe ser antes del inicio de la actividad sexual. En ese momento, el especialista valorará la periodicidad necesaria de las siguientes revisiones. En general, en pacientes sanas sin alteraciones serán visitas anuales», concreta la doctora Márquez.
Las pacientes del hospital Ribera Polusa tienen la posibilidad de realizarse todas las pruebas recomendadas en una revisión ginecológica en el mismo día, también la mamografía en caso de estar indicada por el especialista. «El examen ginecológico incluye la exploración física y toma de muestra de citología cervico-vaginal a las mujeres sexualmente activas, que estudia la estructura de las células del cérvix uterino con el propósito de detectar lesiones producidas por el virus del papiloma humano o cáncer. Además, también se realiza una ecografía pélvica y se solicitarían exámenes adicionales de acuerdo al tipo de riesgo detectado en cada paciente», explica con detalle la ginecóloga.
Las revisiones no se deben detener con la llegada de la menopausia, como indica la facultativa: «Seguimos recomendando las revisiones anuales hasta los 70 años. No se debe cambiar la frecuencia de las revisiones por la ausencia de la menstruación. De hecho, el cáncer femenino más habitual, el de mama, es más frecuente en mujeres de más de 50 años, muchas de las cuales ya han entrado en la menopausia».
Las revisiones en estos rangos de edad deben incluir una prueba adicional, la densitometría ósea, para evaluar el estado de los huesos y el riesgo de fracturas.
El dolor no se puede normalizar
En el caso de las pacientes más jóvenes, las consultas ginecológicas más habituales son, en primer lugar, por infecciones; seguidas de las de dismenorrea (dolor menstrual), trastornos menstruales, necesidad de anticoncepción y deseo de concepción.
Aunque la menstruación suele implicar algunas molestias para la mayor parte de las mujeres, la especialista advierte que «no hay que normalizar un dolor que interfiera con la actividad cotidiana. Cualquier dolor de importancia es motivo para acudir a la consulta del ginecólogo».