La prevención es la mejor herramienta con la que cuenta la medicina, sea cual sea el área de la la que se trate. Conocedores de ello desde su amplia experiencia profesional, el grupo Ribera Polusa organizó en Lugo una experiencia formativa en salud oral, destinada a quienes todavía están aprendiendo a cuidar su boca y adquiriendo ya la conciencia de que es un bien fundamental que deben preservar durante toda su vida: los niños.
Un total de siete centro escolares del área de Lugo mostraron su interés por sumarse a la iniciativa formativa en salud oral de Ribera Polusa, en la que participaron un total de 420 niños y niñas, que pudieron aprender o reforzar sus conocimientos sobre cómo cuidar su boca y sus dientes para prevenir patologías futuras.
Aproximadamente la mitad de estos escolares habían llevado la correspondiente autorización parental para someterse a un examen completo, que fue realizado por la odontóloga que impartió el taller, la doctora Marina Hernández Quintero. Tras la revisión, la profesional hizo entrega a cada menor de un completo informe sobre el estado de su salud bucodental.
Estos talleres comenzaron a impartirse el pasado mes de marzo y en apenas tres meses han pasado por siete centros escolares, que fueron los colegios Paradai, Maristas, As Gándaras, Cervantes, Galén, Casás y A Ponte.
«La experiencia ha sido muy positiva y los escolares han acogido los talleres con ilusión y con un compromiso renovado para cuidar su boca y sus dientes», explica la doctora Hernández Quintero, quien se ha encontrado con que la mayor parte de los pequeños conocían y hacen uso de las pautas básicas para la higiene bucal diaria, aunque es importante reforzar algunos conceptos, como el número de veces o el tiempo de cepillado.
Esta profesional recuerda a los progenitores que los hábitos de higiene oral deben empezar a enseñarse desde que aparece el primer diente en un niño y recomienda la primera visita a un profesional, como los de Ribera Dent Hospital Polusa en esos primeros meses de vida. La doctora Hernández Quintero detalla que «lo ideal es visitar al odontólogo en el momento en el que sale el primer diente o en su primer cumpleaños, lo que suceda antes. A partir de ese momento se recomiendan revisiones cada tres o seis meses, en función del riesgo de caries que presente el niño».
Buenos hábitos desde la cuna
Tener buenos hábitos de higiene bucal desde muy pequeños resulta imprescindible para que los niños, primero, y luego los adolescentes eludan problemas que de otro modo podrían acompañarles durante el resto de su vida.
Por eso, seguir una alimentación saludable, mantener una correcta higiene bucal diaria y ser rigurosos con las visitas periódicas a una clínica dental son algunas de las pautas básicas que se han reforzado en los talleres promovidos por el grupo Ribera Polusa. Tal y como explica Marina Hernández Quintero, en ellos también se ha acercado la salud bucodental a los niños y a las niñas, «para que pierdan el miedo a ir al dentista, un temor que en muchas ocasiones, sin ser conscientes de ello, ha sido transmitido por los adultos».