La pérdida involuntaria de orina es mucho más que un problema médico. Los pacientes que la sufren –en su mayoría mujeres– sienten como esta circunstancia interfiere en las distintas esferas de su vida, limitándolas. Para solucionarla se debe empezar por determinar su causa, y la forma de hacerlo es a través de una prueba de urodinamia, como explica el doctor José Manuel Pardo, urólogo en Ribera Polusa
¿Para qué sirve una prueba de urodinamia?
La prueba de urodinamia, o prueba de urodinámica, nos ayuda a evaluar la función del tracto urinario inferior, tanto en hombres como en mujeres. El fin de este estudio es provocar y reproducir los síntomas del paciente y obtener un registro gráfico de lo que se observe, determinando cómo se realiza el llenado y el vaciado de la vejiga y las posibles alteraciones, en el caso de que estas existan.
«Una prueba de urodinamia dura entre 30 y 60 minutos y es levemente invasiva, pero no resulta especialmente molesta»
¿Cómo se realiza?
La prueba, que dura entre 30 y 60 minutos, es levemente invasiva. En primer lugar, se suele medir el flujo y la presión de salida de la orina, a través de un sensor, de forma espontánea en una micción normal. A continuación se introduce una sonda en la uretra para llenar la vejiga de suero y medir la presión que esta recibe. Cuando el paciente siente deseos de orinar, se completan las mediciones. Según el problema, se le puede solicitar que tosa o haga un esfuerzo para ver si se produce un escape de orina de forma involuntaria o no.
¿Las nuevas tecnologías han permitido reducir las molestias que esta prueba le ocasiona al paciente?
No resulta especialmente molesta, pero actualmente hay nuevas tecnologías –todavía en fase de experimentación– que la harían aún menos molesta, como la colocación de electrodos externos para medir la contracción vesical.
¿En qué casos está indicada su realización?
Está indicada en la clasificación del tipo de incontinencia urinaria, tanto en hombre como mujeres; para evaluar obstrucción de la orina y para descartar problemas de origen neurogénico que puedan estar afectando a la micción.
¿Qué diagnósticos permite establecer una urodinamia?
La prueba nos permitirá saber si, en el caso de una incontinencia urinaria, esta es de esfuerzo o debida a contracciones no deseadas que produzcan urgencia o ese imperioso de orinar.
Hasta no hace demasiado tiempo, la mayoría de las mujeres que sufrían pérdidas de orina creían que se trataba de un proceso asociado a la edad y no acudían a consulta. ¿Diría que la situación está cambiando?
La incontinencia –que no es otra cosa que el escape no deseado de orina– no es producto de la edad, aunque sí es cierto que la edad avanzada, el número de partos y los antecedentes de cirugías ginecológicas son factores de riesgo para sufrirla y aumentan el riesgo de que esta se presente. En las pacientes mayores hay una relajación de los ligamentos que sostienen el suelo pélvico, pudiendo presentarse prolapsos e incontinencia, pero es importante que sepan que siempre hay alternativas para mejorar esa situación, tanto médicas como quirúrgicas, independientemente de la edad.
«La edad avanzada, el número de partos y los antecedentes de cirugías ginecológicas son factores de riesgo para sufrir pérdidas de orina»
Esta prueba se puede hacer combinándola con una imagen radiológica, ¿qué aportaría en ese caso?
Si se combina con una radiografía y un contraste en la vejiga, entonces tenemos una prueba de videourodinamia, que es un test más completo que se realiza en casos seleccionados.
Más información en: riberasalud.com/polusa