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«El pie debe airearse, por lo que siempre es recomendable usar calzado que lo permita»

Noticia publicada en El Progreso de Lugo

El verano deja nuestros pies a la vista. Al liberarse de zapatos y calcetines abrigados, sus puntos débiles quedan expuestos. No solo eso: el sol, las piscinas, las chanclas… exigen un extra de cuidados, como explica Chus Pérez Amor, podóloga en Ribera-Polusa.

¿Cuáles son los mayores enemigos del pie en el verano?

Los principales enemigos del pie en verano son el calor y el sol. La sobreexposición de la piel en el dorso del pie (empeine) puede causar lesiones, ya que a menudo olvidamos aplicar ahí el protector solar. Las quemaduras solares pueden ser de tercer grado, haciendo de calzarse o caminar una experiencia muy dolorosa. En verano, cada persona necesita unos cuidados específicos según su estilo de vida. No es lo mismo un deportista que alguien que usa calzado de seguridad o botas de goma en el trabajo. Alternar entre tiempo de ocio y trabajo implica condiciones muy distintas para los pies. En los grupos especialmente sensibles, los bebés y las personas mayores, cuya piel es más delicada, debemos tener un cuidado especial al proteger sus pies. 

El calzado de verano es menos opresivo que el de invierno. ¿Aconsejaría el uso de sandalias siempre que el clima lo permita?

Como dicen los jóvenes hoy en día: «¡Obvio!». El pie necesita airearse, por lo que siempre es recomendable usar calzado que lo permita. También es recomendable aumentar ciertas medidas de prevención e higiene, porque algunas patologías, como los hongos en las uñas o el pie de atleta, se incrementan con el uso frecuente de piscinas, duchas públicas y la mayor exposición al sol. Además, en esta época, las uñas están más expuestas y es común pintarlas más a menudo. Hay que recordar que los esmaltes de gel semipermanente, que se endurecen con lámpara, son más agresivos que los tradicionales.

Los esmaltes de gel semipermanente, que se endurecen con lámpara, son más agresivos que los tradicionales

¿Las chanclas también son recomendables?

Las chancletas, escarpines y cangrejeras son ejemplos de calzado que solo debe usarse en momentos puntuales, como el trayecto de la toalla al mar, para caminar por la orilla o desplazarse al chiringuito. Siempre deben ir en la bolsa de la playa o del vestuario, ya que en esos casos son importantes y no ocupan prácticamente espacio. Sin embargo, como elección para vestir es mejor optar por sandalias que sujeten bien el pie, con abrochamiento en el tobillo y que sostengan el empeine. Otro punto importante es que las sandalias tengan una suela de entre cinco y diez milímetros.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de adquirir el calzado de verano?

Cuando salimos a comprar calzado de verano, además de la moda, debemos adecuar los modelos a nuestras características individuales. Es importante usar el sentido común y, si tenemos dudas, preguntar. En la visita al podólogo también se pueden resolver estas inquietudes, y yo estaré encantada de ofrecer orientación en función de los pies de cada persona. En general, recomiendo buscar calzado con una suela de entre medio y un centímetro de grosor, que sujete bien el empeine y que tenga un buen abrochamiento en el tobillo.

Además de protección solar, la piel del pie necesita una mayor hidratación en verano. ¿Cómo debe ser?

Uno de los comentarios más habituales de los pacientes cuando hablamos de hidratación es que suelen dejar de aplicar crema al llegar al tobillo, ¡siempre les digo que los dedos también existen! Muchas personas acuden a la consulta pensando que tienen durezas en la zona del talón debido a su aspecto blanquecino, pero en la mayoría de los casos se trata de piel escamosa, y el tratamiento recomendado es usar cremas de laboratorio o fórmulas magistrales preparadas en farmacias. Siempre aconsejo que, idealmente, vengan a verme en primavera, antes del verano, para preparar esta piel tan compleja para el verano. Esta preparación es importante para mantener la piel del talón en buen estado cuando queremos exponerla al sol y evitar la sequedad.

Las chancletas, escarpines y cangrejeras son ejemplos de calzado que solo debe usarse en momentos puntuales

El melanoma también puede aparecer en el pie, ¿cuáles son sus signos?

El melanoma es, por desgracia, uno de los cánceres más agresivos que existen, por lo que un diagnóstico rápido resulta crucial para su evolución. Los podólogos jugamos un papel importante en la detección temprana, ya que los pacientes suelen acudir a nuestra consulta con frecuencia y somos los únicos profesionales sanitarios que examinan esa zona específica. Este tumor tiene la particularidad de crecer en profundidad; como un iceberg, lo que queda oculto es lo más peligroso. Cuanto antes lo detectemos, más superficial y fácil de eliminar será, reduciendo las posibilidades de metástasis. El melanoma en el pie suele aparecer en áreas como la planta del pie, el espacio interdigital o el canal ungueal, zonas que están muy cerca del hueso, lo que complica más la situación en comparación con otras localizaciones. Es fundamental estar atentos a cualquier cambio en la piel del pie, como manchas oscuras, heridas que no cicatrizan, cambios en la textura o el color, o cualquier otra anomalía. Ante cualquier sospecha es importante consultar con un profesional lo antes posible.