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«El Armeo Spring mejora la fuerza, la funcionalidad y el control de brazo y mano»

Noticia publicada por El Progreso Salud

Sandra Lojo, terapeuta ocupacional en el Hospital Ribera Polusa, explica en qué consiste este exoesqueleto con el que se trabaja la movilidad de la extremidad superior. La Unidad de Daño Cerebral y Recuperación Funcional del Hospital Ribera Polusa lo ha incorporado a su oferta rehabilitadora

Un exoesqueleto es un armazón mecánico duro dotado de articulaciones. Su gran utilidad es ayudar a personas con discapacidades y deficiencias físicas a recuperar movimiento y autonomía. A grandes rasgos, eso es y para eso se emplea el Armeo Spring: un exoesqueleto con el que se trabaja la movilidad de la extremidad superior. La Unidad de Daño Cerebral y Recuperación Funcional del Hospital Ribera Polusa lo ha incorporado a su oferta rehabilitadora, como explica Sandra Lojo.

¿En qué consiste el sistema de rehabilitación Armeo Spring?
El Armeo Spring es un sistema de rehabilitación para mano y brazo, diseñado para mejorar la funcionalidad del miembro superior. Se basa en un exoesqueleto que abarca todo el brazo, desde el hombro hasta la mano, y contrarresta el peso del brazo a través de resistencias. Su principal ventaja es que facilita la repetición intensiva de movimientos, promoviendo la neuroplasticidad y la recuperación motora. Además, le permite al terapeuta ofrecer una mayor eficiencia en el entrenamiento (más horas al día) gracias a la terapia autodirigida, que puede conducir a mejores resultados a largo plazo. 

¿Para qué pacientes está indicado?
Está indicado para aquellas personas que han perdido o tienen restringida la funcionalidad en sus extremidades superiores debido a afecciones como accidentes cerebrovasculares (ictus), lesiones medulares, traumatismos craneoencefálicos, parálisis cerebral o enfermedades neurodegenerativas, como el párkinson o la esclerosis múltiple. También puede ser útil en la recuperación tras una cirugía ortopédica.

¿Cuánto tiempo lleva aplicándose esta técnica?
El Armeo Spring comenzó a desarrollarse en la década de los 2000, pero desde entonces ha tenido una clara evolución, al beneficiarse de los grandes avances de la robótica y la realidad virtual. Su uso clínico se ha expandido en los últimos 15 años, con evidencia creciente sobre su efectividad en rehabilitación neurológica y musculoesquelética.

Es fundamental combinar este sistema de rehabilitación con la terapia manual. Esta es esencial para mejorar la coordinación y la destreza fina

Desde su experiencia, ¿qué ventajas aporta?
Permite un entrenamiento intensivo y repetitivo, que es clave para la recuperación neuromotora. Además, facilita la participación activa del paciente mediante un entorno de realidad virtual, aumentando la motivación y el compromiso con la terapia, y reduce la carga física del terapeuta al proporcionar asistencia mecánica. El Armeo Spring se adapta al nivel del paciente, ajustando el soporte y la resistencia a su capacidad, y también favorece su neuroplasticidad, promoviendo la recuperación de movimientos funcionales en actividades de la vida diaria.

¿Se optimiza al ser combinado con ejercicios de rehabilitación tradicional?
Sí, es fundamental combinar el uso del Armeo Spring con terapia convencional. La robótica facilita el entrenamiento intensivo, pero la intervención manual del terapeuta sigue siendo esencial para trabajar la coordinación, la destreza fina y la integración de los movimientos en las actividades del día a día del paciente. También se debe complementar con ejercicios de fuerza, movilidad y de estimulación sensorial.

¿Qué resultados se están consiguiendo?
En estos momentos, en nuestra Unidad de Daño Cerebral y Recuperación Funcional aún no podemos sacar conclusiones, por el poco tiempo que llevamos trabajando con el Armeo Spring. Lo que sí podemos observar es que hay pacientes con una mínima movilidad en el brazo que se benefician del exoesqueleto por la eliminación de la gravedad, que se logra con las resistencias, y que gracias a ello son capaces de realizar movimientos que hasta ese momento no eran capaces de hacer. También observamos que este sistema les interesa y aumenta su motivación, mostrando mayor interés en la rehabilitación. Los estudios y la práctica clínica  muestran que hay mejoras en la fuerza, el control motor y la funcionalidad del brazo y la mano. 

¿Podría detallar las mejoras que logran los pacientes en cada uno de los tipos de daño sobre los que se trabaja?
En pacientes con ictus se observa recuperación de movimientos específicos y mayor independencia en actividades cotidianas. En patologías neurodegenerativas, ayuda a ralentizar la pérdida de función. En lesiones medulares o traumatismos craneoencefálicos, contribuye a la readaptación y aprovechamiento de las capacidades residuales del paciente. En general, favorece una mejor calidad de vida y una mayor autonomía.