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El doctor Ángel Núñez López, urólogo del hospital Ribera Polusa.

Ángel Núñez, urólogo: «La mayoría de los hombres se hacen un chequeo urológico porque los anima su pareja»

27 de noviembre de 2025

Noticia publicada por El Progreso

  • Noviembre es el mes dedicado a la salud masculina. Un movimiento global para el que se ha acuñado el término ‘Movember’, que combina las palabras ‘moustache’ (bigote) y ‘november’ (noviembre). Y si las mujeres llevan un lazo rosa para apoyar la lucha contra el cáncer de mama, ellos demuestran su implicación dejándose bigote durante este mes. El doctor Ángel Núñez López despeja algunas de las dudas que suelen surgir en torno a la salud masculina.

Las mujeres saben que deben realizarse chequeos ginecológicos periódicos, ¿también los hombres deberían hacerse este tipo de controles urológicos?
Sí, los hombres también deberían realizarse chequeos urológicos anuales, especialmente a partir de los 50 años, aunque no presenten síntomas. En varones con antecedentes de cáncer de próstata, los controles se adelantarían a los 45 años y, si hay síntomas, obviamente se realizarían a cualquier edad. El objetivo es detectar precozmente el cáncer de próstata u otros tumores, prevenir las posibles complicaciones de la hiperplasia benigna de próstata y evaluar la salud sexual y urinaria en general.

¿En qué consiste un control básico de salud urológica?
El chequeo básico empieza realizando, en primer lugar, una buena historia clínica, seguida de una exploración física que incluye un tacto rectal, analítica de sangre, analítica de orina y ecografía urológica. En la entrevista se le pregunta al paciente sobre hábitos de vida, antecedentes familiares de cáncer de próstata, síntomas urinarios o posibles cambios en la función sexual.

¿Qué información aporta cada una de esas pruebas?
El tacto rectal permite valorar la próstata, la existencia de posibles nódulos sospechosos de malignidad o si existen procesos inflamatorios (prostatitis). La analítica de sangre debe incluir función renal y el PSA (antígeno prostático específico), mientras que con el análisis de orina valoramos posibles infecciones, presencia de sangre o alteraciones metabólicas. Por último, la ecografía nos permite conocer el estado de los riñones, la vejiga y la próstata, para observar su tamaño, forma y posibles lesiones.

En un control urológico rutinario se le realiza una exploración física al paciente que incluye un tacto rectal, analítica de sangre, analítica de orina y ecografía urológica

A la vista de los resultados, ¿puede ser necesario solicitar exámenes complementarios?
Sí, en función de lo que arroje este chequeo inicial puede ser necesario realizar otras pruebas, como una flujometría (estudio de la fuerza y velocidad del chorro de orina), una uretrocistoscopia (visión directa con un fibroscopio de posibles lesiones vesicales o estrecheces de la uretra) o una resonancia magnética de próstata y biopsia, en caso de existir sospecha de cáncer de próstata.

¿Cuando existen antecedentes familiares de cáncer de próstata, son necesarias pruebas adicionales?
No, solo empezar con los controles antes, a los 45 años. En pacientes jóvenes, con antecedentes familiares, estaría indicado biopsiar con valores más bajos de PSA que en pacientes mayores o que no tengan antecedentes familiares.

Recientemente, en EE.UU. se ha puesto en marcha una campaña, ‘Women for prostate health’, para que las mujeres animen a los hombres a acudir a una revisión urológica. ¿Qué porcentaje de pacientes diría que va a su consulta por indicación de su pareja?
Estas iniciativas parten de la idea de que los hombres suelen ser más reticentes a acudir al médico, y que la pareja juega un papel clave a la hora de romper esa barrera. En España, solo el 13% de los hombres acude a su revisión urológica anual y gran parte de esas visitas se deben a la insistencia de su pareja. En mi práctica clínica diaria, se cumple ese porcentaje: es habitual que los hombres consulten si notan algún síntoma o hay una alteración en pruebas realizadas por otros motivos, pero es raro que acudan para un chequeo rutinario por edad. En muchos casos, no solo vienen animados por sus parejas, sino que es ella quien solicita la cita.

Si existen antecedentes familiares de cáncer de próstata, la edad de los controles se adelantará de los 50 a los 45 años

La disfunción eréctil es otro de los problemas que ve habitualmente en consulta. ¿Cuáles son sus causas más habituales?
Sus causas pueden ser tanto físicas como psicológicas, aunque ambas coexisten con frecuencia. La principal causa orgánica serían los problemas vasculares. La erección depende de un buen flujo sanguíneo hacia el pene y enfermedades como la hipertensión, la aterosclerosis o las cardiopatías reducen ese aporte. Otras causas orgánicas serían la diabetes, niveles bajos de testosterona o determinados medicamentos (como algunos fármacos para la hipertensión, la depresión o la ansiedad). Después están los hábitos tóxicos, como el tabaquismo o el alcohol en exceso, que son factores de riesgo claros. Por último, no hay que olvidar las causas psicológicas, como el estrés, la ansiedad, la depresión o los propios problemas de pareja, que pueden interferir en una respuesta sexual normal.

Categorías Polusa en medios, Urología Etiquetas cáncer de próstata, chequeo urológico, Movember, salud masculina, urólogo
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