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«Los problemas de vegetaciones y amígdalas influyen en el desarrollo infantil»

Noticia publicada por El Progreso

Estamos diseñados para respirar por la nariz, pero cuando las vegetaciones o las amígdalas están agrandadas se puede dificultar esta acción al obstruir el paso del aire. Para compensarlo se recurre a la respiración oral, tal y como explica el doctor Miguel Mayo. 

La respiración oral no solo es menos eficiente, sino que también puede alterar el equilibrio muscular de la cara y el desarrollo adecuado del paladar y de la mandíbula, sobre todo en el caso de los niños. El doctor Miguel Mayo, coordinador de la unidad de Otorrinolaringología del hospital Ribera Polusa, recomienda acudir al especialista cuando se detecten los primeros síntomas en los más pequeños, que suelen ser esa dificultad para respirar por la nariz o los ronquidos al dormir. 

¿Qué son y cuál es la función de las vegetaciones y de las amígdalas?
Las vegetaciones adenoideas (o simplemente vegetaciones) y las amígdalas son tejidos linfoides que forman parte del sistema inmunológico. Están ubicadas en la parte posterior de la nariz y la garganta, respectivamente, y ayudan a proteger el organismo frente a infecciones respiratorias, especialmente durante los primeros años de vida. Su función principal es retener y captar sustancias que podrían ser nocivas para el cuerpo (bacterias, virus o polvo). Una vez captadas, las procesan y activan la respuesta inmune o defensas. Cuando se produce una hipertrofia de las vegetaciones durante la infancia, aparecen problemas.

¿En qué consiste la hipertrofia de vegetaciones y amígdalas?
La hipertrofia de vegetaciones y amígdalas ocurre cuando estos tejidos crecen de forma excesiva. Este crecimiento puede ser fisiológico, pero cuando alcanza un tamaño que dificulta la respiración, el habla o el sueño, se considera patológico.

¿Cuáles son los síntomas que nos deben llevar a consulta?
El principal es el cambio de respiración: como por la nariz el niño no consigue suficiente aire, respira por la boca. Suelen aparecer ronquidos al dormir –e incluso apneas del sueño–, sequedad bucal y mal aliento por las mañanas. Pueden darse un aumento de la mucosidad y de las infecciones (de oído, faringitis, etc.).

Se debe acudir al médico cuando el niño empieza a respirar por la boca, emite ronquidos al dormir, se queja de sequedad bucal y tiene mal aliento por las mañanas

Ha mencionado las apneas, ¿cómo se relacionan con la hipertrofia?
La apnea obstructiva del sueño (AOS) es una condición en la que se producen pausas en la respiración durante el sueño debido a la obstrucción de las vías respiratorias. En niños, la hipertrofia de vegetaciones y amígdalas es una de las principales causas, lo que puede provocar sueño no reparador, con lo que los niños estarán irritables y cansados durante el día, y puede derivar en trastornos de crecimiento y en problemas de aprendizaje y atención.

¿Cómo se realiza el diagnóstico?
El diagnóstico se basa en una combinación de elementos. En primer lugar, se elabora una historia clínica con todos los datos: dificultad para respirar por la nariz, ronquidos, pausas respiratorias durante el sueño o infecciones frecuentes. A esta le añadimos una exploración física, en la que el otorrinolaringólogo evaluará el tamaño de las vegetaciones y las amígdalas. Además, pueden ser necesarias una serie de pruebas complementarias: radiografías, endoscopia nasal o estudios del sueño si se sospecha de apnea obstructiva.

Al respirar por la boca de forma crónica se puede producir una condición conocida como ‘facies adenoidea’: hay  alteraciones en la posición de los dientes, el paladar tiende a estrecharse y a hacerse más alto y la mandíbula se retrae

¿Qué consecuencias tiene la respiración oral?
Al respirar por la boca de forma crónica se puede producir una condición conocida como ‘facies adenoidea’: se producen alteraciones en la posición y alineación de los dientes, el paladar tiende a estrecharse y a hacerse más alto y la mandíbula se retrae. Además, puede afectar al crecimiento armónico de los huesos faciales, lo que puede derivar en deformidades faciales y alteraciones estéticas, como ojeras más marcadas o una expresión facial alargada y cansada. Según la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC), la respiración oral es una de las principales causas de deformación facial en niños. Además, esta condición puede llevar a problemas como alteraciones en la mordida, apnea obstructiva del sueño e incluso dificultades en el desarrollo cognitivo y emocional.

¿Cuál sería el tratamiento recomendado?
El tratamiento dependerá de la severidad de los síntomas. En casos leves, pueden indicarse medidas como lavados nasales, corticoides intranasales o antibióticos si se da infección. Si la hipertrofia genera obstrucción significativa o apnea del sueño, podría estar indicada una cirugía para extirpar las vegetaciones (adenoidectomía) y/o las amígdalas (amigdalectomía). El tratamiento adecuado mejora la calidad de vida del niño, restaurando la respiración nasal, favoreciendo un sueño reparador, previniendo alteraciones en el crecimiento facial y reduciendo infecciones recurrentes de vías respiratorias.

¿Qué recomendación le daría a unos padres que sospechen que su hijo sufre este problema?
Si ven que su hijo respira por la boca de forma habitual, ronca o tiene problemas de sueño, es necesario que consulten con un otorrinolaringólogo acostumbrado a tratar con niños y niñas. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden marcar la diferencia en el desarrollo y calidad de vida de su hijo.