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Joaquín Martín Lázaro: «La alergia al polen del abedul ha crecido en Lugo por los cambios en el clima»

En abril comienza la temporada alta de alergias, como explica el doctor Martín Lázaro, con consulta en el Hospital Ribera Polusa. Él coincide con las previsiones que estiman que, en el año 2050, una de cada dos personas sufrirá algún tipo de alergia.

El número de afectados por alergias sigue una marcada tendencia al alza, estimándose que en el año 2050 una de cada dos personas lo será. ¿Cuál es la causa?

Efectivamente, las estimaciones apuntan a que el número de personas que sufran algún tipo de alergia vaya en aumento. Actualmente sabemos que afecta al 30% de la población, pero las previsiones indican que seguirá aumentando su frecuencia hasta llegar a la mitad de la población. Como todo en medicina, las causas son múltiples y complejas, de tal forma que no hay una sola explicación sencilla. Las que se barajan tienen que ver con que son enfermedades hereditarias, por lo que si ambos padres son alérgicos, aumenta la probabilidad de que sus hijos también lo sean. Otros factores que influyen son: el estilo de vida occidental, con cada vez más industrialización, estrés y contaminación, que ocasionan cambios en las personas con tendencia inflamatoria y provocan que los pólenes sean más alergénicos, y también está la hipótesis de la higiene, con una menor exposición de las personas a infecciones que nos protegían de que el sistema inmunitario reaccione ante sustancias contra las que no debería reaccionar. 

¿Cuáles diría que son las más habituales en Lugo?

Los tipos de alergia que se ven en Lugo y que atendemos en la consulta de Alergología del Hospital Ribera Polusa han cambiado en los últimos 35 años. Las más prevalentes eran rinitis y asma bronquial por alergia a ácaros del polvo, pero actualmente también vemos a muchos alérgicos a pólenes. En Lugo, los pólenes más alergénicos son los de abedul, que suele dar síntomas nasales y oculares en abril y mayo, y gramíneas, que suelen provocar síntomas en junio y julio. Además, atendemos a pacientes con alergia a veneno de himenópteros (abejas y avispas), a alimentos y medicamentos, dermatitis de contacto, urticaria… 

Tradicionalmente, las alergias más prevalentes en Lugo eran rinitis y asma bronquial, pero ahora también vemos muchas a pólenes

¿Ha habido una evolución en las alergias más prevalentes?

Pues sí, los cambios en el clima provocan que haya cambios en la alergia al polen que vemos. Hace años había poca alergia al polen de abedul, pero actualmente –y más en estos días– vemos cada vez a más personas con esta. Además, lo relevante de este polen es que en ocasiones causa alergia a frutas relacionadas, como la manzana, la avellana o la zanahoria, que no son verdaderas alergias al alimento, sino que producen síntomas de picor en la zona de la boca como consecuencia de reactividad cruzada.

¿Con qué síntomas se manifiesta la alergia al polen del abedul?

Los días soleados y con viento, cuando un paciente sensibilizado al polen de abedul se encuentra al aire libre en el inicio de la primavera, sentirá picor de ojos y de nariz, con ojos rojos, congestión nasal, moco nasal y estornudos en salvas (generalmente más de cinco o diez). Si los síntomas son intensos, el paciente puede notar dificultad respiratoria, tos y ruidos silbantes en el pecho. Es importante resaltar que los síntomas de ojos y nariz se pueden confundir con un catarro, pero si existe picor de ojos o de nariz es más sugestivo de una alergia.

El polen del abedul puede causar, por reactividad cruzada, alergia a frutas como manzana, avellana o zanahoria

La temporada alta de alergia a las gramíneas comenzará pronto. ¿Cómo prevén que se presente este año?

Las previsiones de polen para esta temporada son leves-moderadas, aunque depende mucho de lo que llueva en primavera y verano, porque en Galicia el tiempo es muy cambiante y si llueve desaparece el polen. Las gramíneas son las hierbas más abundantes del planeta –en el césped, los prados, las cunetas…– por lo que el polen es muy difícil de evitar y las vacunas mejoran mucho la calidad de vida de estos pacientes.


Hay alérgicos a gramíneas que tal vez no sepan cuáles son esos alimentos que deben consumir con precaución, por el riesgo de reactividad cruzada.

Efectivamente, existe también reactividad cruzada del polen de gramíneas, como ocurría con el abedul. En estos casos ocurre más con las frutas rosáceas, las que tienen hueso o pepita, que pueden desencadenar síntomas leves como picor en la boca o síntomas más graves, como la anafilaxia. En casos de reacción alérgica grave es conveniente consultar con un alergólogo para poder realizar el estudio pertinente y diagnosticar con certeza la causa para poder evitarla en un futuro o buscar un tratamiento con vacunas para curarla, como en el caso de la alergia a veneno de himenópteros (abeja o avispa), que es eficaz en el 98% de los casos. 

Las previsiones de polen para esta temporada son leves-moderadas, aunque depende mucho de lo que llueva en primavera

¿Qué consejos le daría a los pacientes para minimizar el impacto de los síntomas?

Lo primero es, por supuesto, identificar a qué polen se está sensibilizado, para poder recomendar medidas específicas en cada caso, según la región geográfica por donde se mueva esa persona. En abril pueden coexistir el polen de abedul y el del plátano de sombra, y no es lo mismo vivir en la montaña que en zona urbana o en zona de costa, donde pueden existir otras malezas como la parietaria, muy frecuente en la costa lucense. Para reducir la exposición al polen se pueden utilizar gafas de sol, mascarilla y evitar las horas de más síntomas. Cuando ya existan síntomas se pueden recomendar los antihistamínicos por vía oral, los corticoides nasales y los colirios. En caso de presentar síntomas bronquiales se suelen indicar fármacos inhalados, como broncodilatadores o corticoides inhalados. 

Antes se refería a las vacunas, ¿cómo funcionan?

Además de evitar el contacto con el alérgeno al que está sensibilizado, el paciente puede aliviar sus  síntomas con medicamentos como los antihistamínicos, los corticoides nasales o inhalados y los colirios. En caso de que los síntomas afecten a la calidad de vida de forma relevante, hay una opción que realmente es curativa, que son las vacunas o inmunoterapia. Consiste en administrar de forma controlada un extracto del alérgeno al que está sensibilizado el paciente, para que el cuerpo se ‘acostumbre’ y, cuando se exponga a ese alérgeno, no le provoque esa inflamación y por tanto no tenga síntomas y no precise tratamiento, pudiendo hacer una vida normal. La eficacia de las vacunas, si utilizamos buenos extractos alergénicos y se ajustan al perfil de sensibilización del paciente, es muy alta, con lo que se consigue controlar los síntomas y que apenas tenga molestias. 

En Lugo, con un importante porcentaje de alergia a los ácaros del polvo, ¿todos los afectados serían susceptibles de recibir la vacuna?

En Galicia se dan las condiciones adecuadas de temperaturas suaves y humedad alta que favorecen la proliferación de los ácaros del polvo, por lo que es una de las alergias más frecuentes. Existen diferentes tipos de ácaros del polvo —hay personas a las que les afecta más el polvo doméstico y a otras el polvo de la hierba seca (al ensilar, por ejemplo)—, por lo que las vacunas servirían para los pacientes que tengan un perfil de sensibilización determinado, no para todos. Como decía, si la vacuna contiene los alérgenos a los que está sensibilizado el paciente es de esperar que sea muy eficaz, pero no vale para todo el mundo.

Más información en: Ribera-Polusa