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    Síndrome del piramidal: síntomas y tratamiento

    El síndrome del piramidal, también conocido como síndrome del piriforme, es una causa frecuente de dolor en el glúteo que puede irradiarse hacia la pierna, generando síntomas similares a los de una ciática. Afecta al músculo piramidal, una pequeña estructura profunda localizada en la zona glútea que, cuando se inflama o comprime el nervio ciático, provoca molestias persistentes, sobre todo al estar sentado, caminar o hacer ejercicio.

    Hoy en el blog de Ribera Cardiosalus, exploramos en profundidad qué es el síndrome del piramidal, cuáles son sus síntomas, cómo se diagnostica y qué tratamientos existen para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida del paciente.

    ¿Qué es el síndrome del piramidal?

    El síndrome del piramidal es una afección neuromuscular en la que el músculo piramidal (o piriforme) comprime o irrita el nervio ciático. Este músculo va desde el sacro hasta la parte superior del fémur, cruzando la articulación sacroilíaca. Cuando se acorta, inflama o sufre espasmos, puede generar una ciática piramidal con dolor irradiado hacia la parte posterior del muslo, la pierna o incluso el pie.

    Biomecánica del músculo piramidal

    El músculo piramidal desempeña un papel importante en la rotación externa de la cadera, así como en la estabilización de la pelvis durante el movimiento. Cuando está tenso o disfuncional, puede provocar dolor piramidal izquierdo o derecho, según el lado afectado, y limitar la movilidad del paciente.

    Causas y factores de riesgo

    El síndrome del piriforme no suele tener una única causa, sino que puede deberse a múltiples factores:

    Actividades físicas y lesiones

    • Deportes de alto impacto como running, ciclismo o deportes de raqueta
    • Sobrecargas musculares por exceso de entrenamiento
    • Malas posturas al estar sentado durante largos periodos
    • Traumatismos en la zona glútea o caída sobre el sacro
    • Cirugías previas o alteraciones en la biomecánica de la pelvis

    Algunas personas también pueden tener una anatomía variante en la que el nervio ciático atraviesa el músculo piramidal, lo que incrementa el riesgo de compresión.

    Síntomas y diagnóstico

    Identificación de los síntomas

    Los síntomas del síndrome del piramidal suelen confundirse con los de una hernia discal o una lumbociática, por lo que es clave saber diferenciarlos. Los más frecuentes son:

    • Dolor en el glúteo profundo, que puede empeorar al estar sentado, cruzar las piernas o subir escaleras
    • Dolor que irradia por la parte posterior del muslo (sin afectar la zona lumbar)
    • Sensación de hormigueo, entumecimiento o ardor en la pierna
    • Molestias en la cadera o zona sacra
    • Dolor glúteo y pierna al andar, especialmente si se prolonga en el tiempo

    Pruebas y métodos de diagnóstico

    El diagnóstico es principalmente clínico, basado en los síntomas del paciente y la exploración física. Algunas pruebas manuales utilizadas son:

    • Test de Freiberg
    • Test de Pace y Nagle
    • Test de FAIR (Flexión, Aducción e Rotación Interna)

    Para descartar otras patologías (hernia discal, artrosis, disfunciones sacroilíacas), pueden utilizarse pruebas de imagen como la resonancia magnética o la ecografía musculoesquelética.

    Tratamientos disponibles para el síndrome del piriforme

    Fisioterapia para el síndrome del piramidal

    El tratamiento de primera elección es conservador, y la fisioterapia personalizada ha demostrado ser altamente eficaz:

    • Terapia manual para relajar el músculo piramidal
    • Masoterapia y técnicas miofasciales
    • Punción seca en puntos gatillo
    • Electrólisis percutánea ecoguiada (EPI) si hay fibrosis o contractura severa
    • Neuromodulación y técnicas invasivas para casos complejos

    Tratamiento preventivo frente al síndrome piramidal

    Un abordaje preventivo incluye:

    • Mejora de la biomecánica de la cadera y pelvis
    • Reeducación postural
    • Fortalecimiento del core y glúteos
    • Estiramientos guiados

    Intervención quirúrgica

    La cirugía del síndrome piriforme es poco común y se reserva para casos graves que no responden a tratamiento conservador durante más de 6-12 meses. Consiste en liberar quirúrgicamente el nervio ciático.

    Ejercicios y estiramientos recomendados

    Rutinas de estiramiento

    • Estiramiento de piramidal en el suelo con rodilla cruzada
    • Postura de la paloma (yoga)
    • Estiramientos de glúteo medio y tensor de la fascia lata

    Ejercicios para fortalecer el piramidal

    • Clams con banda elástica
    • Puente de glúteo
    • Sentadillas con control de rodilla
    • Estabilización lumbo-pélvica con fitball

    Un fisioterapeuta debe supervisar estas rutinas para evitar que el dolor aumente.

    Prevención del síndrome del piramidal

    Consejos y buenas prácticas

    • Evitar permanecer muchas horas sentado
    • Calentar y estirar antes y después del ejercicio
    • Realizar entrenamientos progresivos
    • No sobrecargar el glúteo sin descanso adecuado
    • Incluir trabajo de movilidad, fuerza y control postural en tu rutina

    Cuándo consultar a un especialista

    Si presentas dolor glúteo persistente, irradiado a la pierna, sin causa aparente o que no mejora con reposo, es fundamental acudir a un fisioterapeuta deportivo o médico rehabilitador.

    En Ribera Cardiosalus, contamos con un equipo de especialistas en fisioterapia expertos en el abordaje del síndrome del piramidal desde un enfoque integral: diagnóstico clínico, fisioterapia avanzada, neuromodulación, y planificación de ejercicios personalizados.

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