Se acerca San Valentín, y más allá del síndrome del corazón roto – una afección cardíaca temporal, que es real y que está provocada por situaciones estresantes y emociones extremas, como una ruptura sentimental- es importante recordar que los problemas de corazón son la primera causa de muerte en países desarrollados, por encima del cáncer. Por eso, debemos estar atentos a los síntomas que alertan de un problema grave en el corazón.
El cardiólogo del grupo sanitario Ribera, el doctor Pablo García, recuerda que debemos acudir sin demora a un especialista si tenemos: dolor fuerte en el pecho al hacer un esfuerzo o somatizar emociones fuertes; palpitaciones, con un ritmo cardiaco acelerado o pequeños saltos; y fatiga o falta de aire, sobre todo con hipertensión arterial.
Con el corazón no se juega. Uno de cada tres fallecimientos se produce por un accidente cardiovascular y tenemos que ser conscientes de que existen factores de riesgo cardiovascular que no solo pueden provocar la muerte sino también reducir la funcionalidad y resistencia de nuestro corazón, provocando un empeoramiento de nuestra calidad de vida. Estos factores son endógenos (edad, sexo o marcadores genéticos), sobre los que no podemos influir; y exógenos (tabaco, hipertensión, obesidad, diabetes, dieta, alcohol y falta de ejercicio, entre otros) sobre los que sí que tenemos decisión.
Pero si sufrimos un problema de corazón, ¿podemos recuperarnos totalmente?
¿Cómo rehabilitar un corazón dañado?
Todos los consejos que se dan para la prevención de accidentes cardiovasculares, se aplican también para aquellos pacientes que han sufrido un problema de corazón. Es clave controlar la hipertensión, realizando controles para que la tensión se sitúe entre 140-90, vigilar que el nivel de glucosa sea menor de 110, el índice masa corporal se sitúe por debajo de 25, controlar el colesterol, no fumar y hacer ejercicio.
Pero, además, es aconsejable el seguimiento periódico de un cardiólogo, para llevar a cabo un programa de rehabilitación cardíaca, acorde al grado de afectación del órgano, edad y estado de salud general del paciente. Está indicado para pacientes que han sufrido infartos, cardiopatías isquémicas y anginas de pecho, pero también para pacientes operados, valvulópatas y con insuficiencia cardiaca.
Consultas como las de Cardiología en los hospitales Ribera Almendralejo y Ribera Santa Justa, que lidera el doctor Pablo García, hacen este tipo de seguimiento. Pero centros más grandes como los hospitales universitarios de Torrejón y Vinalopó cuentan con una Unidad de Rehabilitación Cardíaca específica, formada por un equipo multidisciplinar en el que participan un cardiólogo, un médico rehabilitador, una fisio y una enfermera. Además de los ejercicios y pautas para retomar su actividad diaria y recuperar la forma física, de forma personalizada y adaptada a cada caso, se facilita a los pacientes educación para la salud, con charlas sobre el uso adecuado de la medicación, medidas de relajación o dietas más adecuadas.
La doctora Mónica Recio, cardióloga del Hospital Universitario de Torrejón, asegura que lo ideal es empezar la rehabilitación cardiaca “lo antes posible, siempre y cuando el paciente se encuentre ya en una fase estable”. En el caso del infarto de miocardio el plazo aconsejado son 3-4 semanas desde el episodio agudo, es decir, de cuando se ha producido el infarto, siempre que la evolución haya sido favorable.
El objetivo de estos programas de rehabilitación cardíaca es que los pacientes tengan una mejor calidad de vida y mejores tasas de supervivencia.
Juan Carlos Pajares, médico adjunto del Servicio de Medicina física y rehabilitación del Hospital Universitario de Torrejón, explica cómo con estas pautas se enseñan a los pacientes de una manera controlada, y supervisada por la monitorización, a realizar un ejercicio que les transmita seguridad, la misma actividad que luego puedan realizar en sus domicilios o en los centros a donde acudan a hacer fases siguientes de recuperación.
Ocho consejos prácticos para la rehabilitación cardiaca
- Realizar ejercicio de forma moderada y controlada
- Ir acompañado al hacer deporte
- Evitar temperaturas extremas
- Priorizar actividades como nadar, caminar e ir en bicicleta, estática o móvil
- Realizar una prueba de esfuerzo previa, supervisada por un cardiólogo
- Llevar un pulsioxímetro para controlar la frecuencia cardiaca
- Hacer estiramientos antes del ejercicio
- Tras el ejercicio, no detenernos brúscamente, reducir la marcha y hacer una fase de enfriamiento
El Hospital de Vinalopó, por su parte, ha elaborado unos vídeos tutoriales para ayudar a los pacientes en rehabilitación cardiaca a recuperar el máximo posible de su capacidad. A continuación os facilitamos uno de los vídeos con ejercicios propuestos para pacientes que han sufrido un accidente cardiovascular:
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