La hiperglucemia, un término que a menudo escuchamos en el contexto de la diabetes, es mucho más que una simple elevación de los niveles de glucosa en sangre. En la entrada al blog de salud de hoy, y pensando en el Día Mundial de la Diabetes, que se celebró ayer, vamos a explicar qué es la hiperglucemia, cómo se desarrolla, las señales para detectarla y las estrategias prácticas y más rápidas para frenarla y mantener el equilibrio en nuestros niveles de azúcar en sangre.
Qué es la hiperglucemia
La hiperglucemia se refiere a la presencia de niveles elevados de glucosa en la sangre, superando los valores considerados normales. En concreto, se habla de hiperglucemia cuando los niveles de glucosa en sangre están por encima de 200mg/dl. Es una condición que afecta principalmente a personas con diabetes, pero también puede ocurrir en situaciones de estrés o en personas con enfermedades agudas que, previamente, no habían tenido problemas para regular el azúcar.
Cómo se produce la hiperglucemia
La principal causa de la hiperglucemia en personas con diabetes es la falta de insulina o su incapacidad para funcionar correctamente. La insulina es la hormona responsable de permitir que la glucosa ingrese a las células para su uso como energía. Cuando hay una deficiencia de insulina, la glucosa se acumula en la sangre en lugar de ser absorbida por las células.
Sin embargo, tal y como explican los profesionales del Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario del Vinalopó, gestionado por el grupo sanitario Ribera, otras causas pueden ser:
- Olvido, errores en la administración o disminución de la dosis de los fármacos antidiabéticos (insulina o hipoglucemiantes orales)
- Ingerir alimentos o bebidas con alto contenido en hidratos de carbono o azúcares
- Realizar menos actividad física de la habitual o de la que el organismo se ha acostumbrado, para mantener los niveles de azúcar a raya
- Situaciones de estrés
- Sufrir enfermedades intercurrentes como infecciones o fiebre
- La ingesta de ciertos medicamentos, como por ejemplo los corticoides
Además, factores como una dieta desequilibrada y otros cambios en la medicación pueden desencadenar episodios de hiperglucemia.
Cómo detectar la hiperglucemia
El cuerpo emite señales cuando los niveles de glucosa se encuentran elevados. Algunos síntomas comunes de la hiperglucemia incluyen sed excesiva, micción frecuente, fatiga, visión borrosa sueño, pérdida de peso en periodos de hiperglucemia largos y cicatrización lenta de heridas. Sin embargo, en ocasiones, la hiperglucemia puede ser asintomática, y por eso es muy importante un monitoreo regular de los niveles de glucosa.
Qué hacer para frenar la hiperglucemia
En el caso de detectar alguno de estos síntomas que hacen sospechar de la presencia de hiperglucemia es importante confirmarlo con un análisis de glucemia capilar. Y en el caso de reflejar cifras elevadas, que confirman la hiperglucemia los pasos a seguir para paliar o mejorar esta situación son:
- Intentar identificar la causa de la hiperglucemia para corregirla.
- Beber más agua de lo habitual, incluso sin sed, para evitar la deshidratación.
- Aumentar la frecuencia de los análisis de glucosa en sangre.
- Ajustar el tratamiento, incluyendo insulina si fuera necesario.
- Realizar ejercicio físico ayuda a disminuir los niveles de glucemia, porque el músculo consume glucosa. Sin embargo, en caso de presentar acetona en la orina, recordar que NO se debe realizar actividad física
- Si la glucosa en sangre es mayor de 240mg/dl, presenta vómitos, diarrea, fiebre o malestar general, hay que suspender el ejercicio y hacer un control de orina para detectar si hay presencia de acetona
- Si durante dos días de estos controles más exhaustivos continúas superando las cifras indicadas para tu caso, tienes que contactar con tu médico.
- No abandones nunca tu medicación de comprimidos o insulina.
Claves para mantener un nivel de azúcar estable
Para mantener la glucemia en niveles que no perjudique al estado de salud de salud, es importante seguir, en el día a día, las siguientes recomendaciones:
- Autocontrol regular: La autovigilancia es esencial para conocer tus niveles de glucosa y actuar en consecuencia. Utiliza un glucómetro según las indicaciones de tu profesional de la salud.
- Alimentación saludable: Adopta una dieta equilibrada, rica en fibra y baja en carbohidratos simples. Controlar las porciones y mantener un horario regular de comidas puede ayudar a estabilizar los niveles de glucosa.
- Actividad física: El ejercicio regular mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a mantener niveles de glucosa más estables. Consulta con tu médico para establecer un plan de actividad física adecuado para ti.
- Medicación y tratamiento: Asegúrate de seguir el plan de tratamiento prescrito por tu profesional de la salud. Ajustes en la medicación pueden ser necesarios en coordinación con tu médico
- Gestión del estrés: El estrés puede influir en los niveles de glucosa. Practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, puede ser beneficioso.
Es muy importante abordar la hiperglucemia desde un enfoque integral que abarque la alimentación, la actividad física, la monitorización regular y el seguimiento médico del paciente diabético. De esta manera, es posible mantener los niveles de glucosa en un rango saludable y vivir una vida plena, a pesar de la diabetes.
Para más información, puedes descargarte un pdf informativo para pacientes, elaborado por los profesionales del Hospital del Vinalopó, aquí.
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